Había esperado durante un par de horas que mi madre volvería a casa. Pero cuando llegaron las once estaba tan cansada que apenas podía mantener los ojos abiertos. Mi gato gris atigrado haciéndome compañía mientras yo acariciaba perezosamente su suave pelaje. Doug tendido sobre mi estómago, su suave ronroneo relajante, mis dedos rascándole detrás de las orejas.
De mala gana me levante de la cama, rápidamente me lave los dientes y me cepille el pelo antes de subir de nuevo al edredón.
- Vamos a la cama, Doug. - susurré.
Parecía estar de acuerdo, estableciéndose a mi lado y quedándose dormido. Mis dedos apagando la luz de la mesita. Yo había cerrado los ojos por lo que parecía un par de segundos cuando mi teléfono sonó. Un suspiro fue liberado de mis labios antes de que diera palmadas en la superficie a mi derecha. La pantalla brillante, mis ojos entrecerrados mientras sostenía el teléfono por encima de mi cara.
De: Charlotte.
"¿Te gustaría ponernos al día mañana? X "
Sonreí antes de responder, decidiendo que debíamos reunirnos en la cafetería local. Yo no estaba muy interesada en las bebidas calientes pero hacían un batido de frutas muy bueno. Charlotte y Zoe se nos unirían y me di cuenta lo mucho que extrañaba mis amigas. Habían pasado muchas cosas desde que la última vez que habíamos hablado. Había estado tan envuelta en Justin que ni siquiera les había contado que ahora era su novia. Tenía la sensación de que estarían curiosas acerca de nuestra situación. Habíamos llegado a ser muy unidos. Ellas no sabían nada de los dolorosos acontecimientos del pasado de Justin. Pero eso era algo que mantendría entre Justin y yo. No necesitaban saber acerca de su padre o lo que él había hecho. Justin confiaba en mí.
Era casi como si Justin supiera que mi mente estaba pensando en él. Sonreí al leer el texto que acababa de llegar a mi teléfono.
De: Justin
"Buenas noches, Hermosa. X "
Sus sencillas palabras me hicieron sonreír. Y esa noche, mis sueños fueron únicamente sobre el impresionante muchacho de pelo rubio.
***
Me di la vuelta gruñendo en cuanto una mano agarró mi hombro, suavemente sacudiéndome para que despertara.
- __.
- Ugh.
Una risa divertida sonando. Tardé unos segundos en reconocer el alegre ruido antes de que me levantara hacia arriba, apretando a mi madre en un fuerte abrazo.
- Mamá. - sonreí. - Te extrañé tanto.
Me besó en la parte superior de la cabeza mientras la abrazaba. Durante la hora siguiente, mi madre se sentó en mi cama mientras hablábamos. Nuestro gato gris atigrado se acurrucó en su regazo mientras lo acariciaba suavemente. El pariente enfermo que había visitado estaba teniendo una recuperación gradual en el hospital. Ella creía que estaría plenamente recuperado la próxima semana o así. Bueno, esa era su propia opinión médica. Debido al tiempo que estuvo alejada, mi madre tendría que tomar algunos turnos de noche en el hospital local, donde ella trabajaba como enfermera. Aunque ahora estaba en casa, su reloj biológico la tendría durmiendo durante el día para acostumbrarla a su trabajo en la noche. Estaba decepcionada, pero no había mucho que pudiera hacer al respecto.
***
Gire mi pajilla en la bebida con sabor a fruta, mientras escuchaba la conversación de las otras chicas. Mi mente en otras cosas. Cuando levanté la vista, la cabeza de Charlotte estaba inclinada, sus ojos intrigados puestos en mi cara. Me dio una mirada interrogante antes de hablar.
- ¿Hasta dónde has llegado con Justin?
Mis ojos se abrieron con sorpresa mientras tosía incómodamente. Mi visión yendo alrededor de las otras mesas en la cafetería, esperando desesperadamente a que nadie estuviera escuchando nuestra conversación ahora muy personal. Mis mejillas ruborizándose a una sombra profunda de rojo.
- No tienes que contestar, sólo es curiosidad. - continuó.
Para este momento las otras chicas estaban interesadamente esperando mi respuesta. La pajilla de Charlotte en su boca mientras ella succionaba ruidosamente su bebida. El sonido desagradable me distrajo por un segundo.
- Umm. - las miré a la cara.
Yo no estaba muy segura de cómo expresarlo. El tema no había sido abordado antes. Me moví de mi posición encorvada y me senté con la espalda recta. Mis ojos una vez más, escaneando los alrededores.
- Él ... J-Justin ... Tuvimos sexo seco. - tartamudeé.
Empecé a sentirme incómoda cuando me di cuenta de una mujer detrás de Zoe sacudiendo la cabeza disgustada. Ella se puso de pie, tomando sus papeles con ella y salió de la cafetería. Mi mirada avergonzada centrada de nuevo en mis amigas. La boca de Charlotte formando una "o" antes de que ella moviera la cabeza en confusión y esperó a que aclarara.
- Había una sábana entre nosotros ... es hacer los movimientos del sexo pero sin penetración. - Le expliqué.
- ¿Así que estabais desnudos con una sabana entre vosotros? - preguntó Zoe.
Todavía estaba ruborizada, pero su mente abierta hacia la conversación fue algo que sentía la necesidad aplaudir. No sólo hablábamos del tema como si fuera completamente inocente, si no que estábamos sosteniendo la discusión en un lugar público.
- No, no. Teníamos ropa interior. - expliqué. Mi cabeza bajando ligeramente, evitando el contacto visual. - Pero Justin se quitó los bóxers. - concluí en voz baja.
Oí una risita, reconociendo que era la de Zoe.
- Así que te folló en seco. - se preguntó Charlotte. - Con una sábana.
Puse cara de asco.
- Fue más romántico que eso. - protesté - Uf, no me gusta ese término. Nos hace parecer como adolescentes inmaduros y hormonales. Yo prefiero llamarlo sexo sin penetración.
- Pero sois adolescentes hormonales. - rió Zoe.