capitulo 57

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Froté cuidadosamente sobre la punta hinchada, recibiendo un profundo gemido de Justin. Miré hacia arriba para ver sus ojos fuertemente cerrados, el labio inferior tomado con dureza entre los dientes. Cuando mi atención volvió a caer al nivel de mis ojos, tracé con los dedos hacia abajo de la suave piel del miembro rígido. Pero antes de que pudiera tocarlo más, Justin agarró mis manos, tirando de mí hacia arriba. Sentí su punta rozar contra mi estómago por segunda vez, mientras la distancia entre nosotros disminuía.

- ¿Q-qué te pasa? - tartamudeé.

- Vamos a la cama. - habló en voz baja.

Accedí antes de que me guiara hasta el colchón, donde se sentó en el extremo. Me arrodillé frente a él una vez más. Justin tomó mi barbilla, inclinándola hacia él.

- No tienes que hacerlo.

- Q-quiero hacerlo.

Él sonrió mientras su toque caía. Descansé las manos sobre sus rodillas, los ojos de Justin se cerraron en cuanto mi toque recorrió cuidadosamente sus muslos mientras me reposicionaba más cerca. Mi mano izquierda se mantuvo en su pierna, la derecha valientemente se apoderó de su erección. Observé con atención sus ojos entrecerrados mientras colocaba pequeños besos en su miembro duro, tracé con la lengua una línea en la parte inferior. Sus ojos brillaron mientras lo miraba.

- Está bien. - suspiró.

Mi lengua pronto envolvió la cálida punta palpitante. Las caderas de Justin se levantaron en respuesta, un gemido salió de sus labios. Pero me di cuenta de que él hizo un esfuerzo para mantenerse quieto, no queriendo empujarlo más allá. Mi enfoque quedó en su rostro mientras trataba de concentrarme en proporcionarle placer, con ganas de escuchar el sonido gutural de nuevo. De inmediato, me aparté bruscamente cuando él aspiró rápidamente.

- Lo siento, lo siento. - dije rápidamente.

Él sacudió la cabeza, sonriendo. Su pelo se despeinó. El toque de Justin calentó mi cuerpo mientras rozaba mis labios con su pulgar. Sabía que la acción me consolaba.

- Sin los dientes. - se rió entre dientes.

Tímidamente, asentí en respuesta, un rubor cálido subió por mis mejillas. Sentí que mis nervios estaban sacando lo mejor de mí, pero procedí a empezar de nuevo siguiendo las instrucciones de Justin. Sabía que mi primera vez dando estimulación oral no iba a ser perfecta. Los pensamientos de lo experimentado que era Justin flotaban en mi mente ya inquieta. Fruncí el ceño, él probablemente pensaba que era torpe. Hice un ruido seco con los labios cuando me moví hacia atrás, tragando con ansiedad.


- Tómate tu tiempo. - animó en voz baja.

Su mano se posó sobre la mía que descansaba sobre su pierna. Me sorprendió cuando Justin se inclinó hacia abajo, presionando sus labios carnosos en los míos para tranquilizarme. Mostrando sus hoyuelos, retrocediendo mientras me acomodaba de nuevo. Gemí sosteniendo su base y moviendo la lengua alrededor de lo que podía caber en mi boca. Justin estaba observando con cautela mientras tensos gemidos salían de sus labios entreabiertos. Luché para llevarlo más profundo, cerré los ojos con fuerza. Su mano apretó mi hombro, cuidadosamente empujándome.

- No te fuerces. - habló con preocupación.

Decidí usar mi mano para bombear su longitud, teniendo en mi boca lo que parecía cómodo. Él sonrió, pareciendo más feliz con mis acciones, los músculos de sus muslos se relajaron. Pequeñas gotas de sugor brillaban en su frente, sus mechones de pelo rubio se pegaron a la transpiración brillante. No pude dejar de notar lo caluroso que se había puesto la habitación, deseando haber abierto la ventana antes de haber comenzado. Había pensado que su mano bajaba a enredarse a mi pelo, pero me sorprendió. La gran mano de Justin estaba descansando contra mi cuello mientras pasaba sus suaves dedos sobre mi piel.

Mis movimientos se hicieron más rápidos, bombeando de arriba abajo rápidamente. El toque de mi mano hundiéndose en mi muslo, mientras veía los ojos de Justin cerrarse con fuerza, sus labios entreabriéndose. Cuando se enfocó de nuevo en mí, su respiración era pesada, su mano tomó mi barbilla, frotando el pulgar contra mi mejilla.

A dark boyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora