capitulo 50

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Nos paramos juntos, los brazos de Justin envueltos protectoramente alrededor de mis hombros por la espalda mientras mirábamos los cohetes explotar. Los colores eran brillantes, iluminando el oscuro cielo. Sentí sus brazos apretarse mientras me movía en su abrazo, murmurando mi nombre para que me detuviera. No había mucho que pudiera hacer con la hiperactividad que el algodón de azúcar me había dado.

Mi visión dirigida alrededor nuestro, habían muchas parejas jóvenes. Muchos de ellos rodeados en los brazos del otro. Algunos de ellos se estaban dulcemente robando besos. Las imágenes en frente de mí hicieron que mi mente acelerara, impulsada por mi consumo excesivo de azúcar. Pensando en la conversación que tuve con las chicas, un impulso repentino de energía golpeando a través de mi cuerpo. Mis dedos se apoderaron de su muñeca. Me volqué, viendo a un confundido Justin detrás de mí, haciéndonos paso entre las personas viendo el espectáculo de fuegos artificiales.

Cuando pasamos bajo el letrero del parque de atracciones yo estaba prácticamente corriendo. Justin trotando para mantenerme el paso. Había tantos autos en el campo oscuro en frente de nosotros. No tenía ni idea de dónde estaba el gran vehículo de Justin.

- ¿D-dónde está el coche?

- Ehm, allí. - señaló.


De inmediato me dirigí en la dirección que él había indicado.

- __, ¿está todo bien, estás bien?


No hice caso a sus preguntas, jalándolo detrás de mí. Me sorprendí incluso a mí misma con mi fuerza recién descubierta. Tan pronto como llegamos al coche, Justin fue empujado contra este. Hizo una mueca antes de que lo bajara a mi nivel, plantando un beso húmedo en su boca. Decir que estaba sorprendido era una subestimación. Mi mano bajando a su trasero para sacar las llaves.

- Hey, hey. - protestó.


La puerta fue desbloqueada.

- Entra, entra. - di instrucciones.

- __, estás... eufórica. - entrecerró los ojos ligeramente, moviendo la cabeza.

Resoplé antes de empujarlo hacia el vehículo. Mis piernas subiendo, a sentarme sobre el regazo de Justin mientras se sentaba en el lado del conductor. Cerré la puerta detrás de nosotros. La tortuga de peluche fue arrojada a la parte trasera del coche en mi prisa. Mi mano buscó la palanca, deslizando el asiento ligeramente hacia atrás.


- __...


No le di tiempo a terminar lo que estaba diciendo. Mi boca presionando con fuerza a la suya. Baje las manos hacia su abajo, rozando su estomago antes de palmearlo a través de sus jeans. Un gemido grave se escucho alrededor del coche. Me aparté de nuestro abrazo caliente, mis dedos desesperadamente buscando la hebilla de su cinturón. La simple tarea parecía más difícil por mi nerviosismo y el subidón de azúcar que actualmente estaba causando que mis manos temblaran. Me frustre, moviéndome un poco hacia atrás para obtener una mejor visión de la hebilla en la luz menguante.

Los dos saltamos cuando la bocina sonó, mi espalda presionando al volante.

- __. - rió Justin.


No le hice caso antes de que se apoderara de mis muñecas, tirando de mis manos lejos de su entrepierna. Mis cejas descendieron en un ceño mientras me enfocaba en su expresión divertida.

- __, cálmate. - se rió entre dientes.


Mi cabeza cayó sobre su pecho. Retumbando debajo de mí ya que no podía contener la risa.

- ¿Qué estás tratando de hacer? - preguntó con humor.


Cuando no respondí él tomó mi barbilla, llevando mi cabeza hacia arriba. Una sonrisa se dibujó en sus labios gruesos en cuanto él me miró con curiosidad por mi respuesta. Debió haber tenido una idea, yo esperaba que no esté preguntando solo para que me avergüence más.

- ¿Hmm? - me animó.

- Q-quería hacer algo p-por ti. - hablé en voz baja.


Las cejas de Justin se vinieron abajo, frunciendo el ceño ligeramente. Volqué la cabeza, mis mejillas ruborizándose. Los dedos largos aún sostenían mi barbilla mientras me guió de vuelta a verlo.

- ¿Qué?

- Bueno, tú has hecho cosas por mí, y solo... - mi voz se apagó.


Me callé, sin saber muy bien qué decir. La boca de Justin formándose en "o" cuando se dio cuenta de lo que quería decir. Él sonrió, pasándose el pulgar por sus labios entreabiertos. Pero él no dijo nada. Sentí un cosquilleo de calor en la cara.

- ¿N-no quieres que lo haga? - tartamudeé.


Él sonrió.

- Me encantaría que hicieras eso por mí. - hizo una pausa besando la palma de mi mano. - Pero no sientas como que debas hacerlo. - agregó.


Todavía me sentía un poco desconfiada de su respuesta. Tal vez estaba diciendo eso para hacerme sentir mejor. Creo que se dio cuenta de mi incertidumbre. Sus brazos me trajeron más cerca, sus labios sobre la piel justo debajo de mi oreja.

- Sólo el pensamiento de tus lindos labios envueltos alrededor de mí me emociona. - susurró sexymente.


Sostuvo mis caderas mientras movía las suyas contra las mías. Gemí un poco sintiendo el bulto prominente presionado en mí. Su pulgar pasó sobre mi boca mientras sonrío. Mordí ligeramente su pulgar cuando lentamente lo empujó entre mis labios. Él se retiró, dándome un beso fuerte.

- En otra ocasión. - susurró.


Grupos de personas habían comenzado a caminar de regreso a los coches. Algunos de ellos caminando al lado del nuestros y hacia el que estaba aparcado junto a nosotros. Yo no había pensado en esto. Por supuesto, no podía hacerlo aquí, me sentí tan tonta. Fue ese maldito algodón de azúcar de color rosa.

Aprovechó la oportunidad de sumergir su cabeza en mi cuello mientras mi atención se desvió momentáneamente fuera de la ventana. Sus dedos largos volcando mi cara, labios gruesos poniendo besos al azar por mis mejillas, frente, nariz y boca. Me reí empujándolo. Justin frotó su nariz contra la mía antes de que me ayudara a salir de su regazo y tomar lugar en el asiento del pasajero.

- No te daré más algodón de azúcar. - se rió.


Una cálida mano se posó en mi rodilla antes de que lentamente se deslizara hasta mi muslo.

- O tal vez debería. - me guiñó el ojo.


Golpeé su mano en cuanto él se echó a reír. Un segundo después se inclinó, besando mi mejilla

A dark boyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora