Aspiré profundamente antes de entrar en el apartamento. Él se movió detrás de mí mientras me ayudaba a quitarme la chaqueta. Su cabeza descansó sobre mi hombro durante unos segundos, sus labios gruesos besaron mi cuello. Me estremecí ante la sensación.
Colgó la chaqueta, me volví hacia él que me miraba con una sonrisa con hoyuelos. Di un paso atrás aumentando la distancia entre nosotros.
- Yo... - me era difícil formar las palabras.
Justin esperó a que hablara de nuevo, inclinando un poco la cabeza hacia un lado.
- Gracias... - hablé en voz baja.
Sabía exactamente de lo que estaba hablando. Miré hacia el suelo. Mi respiración se enganchó en mi garganta cuando lo sentí moverse más cerca. Se inclinó hacia abajo, su pelo haciendo cosquillas en mi mejilla.
- Me gustaría hacerlo de nuevo. - susurró en un tono ronco.
Agarré sus dedos, y toqué con el pulgar suavemente sus nudillos. Me sorprendí cuando él se alejó de mi agarre, desapareciendo por el pasillo. El sonido del agua llenó el silencio y comencé a buscarlo. La casa estaba ordenada. Asomé la cabeza en lo que se suponía que era la sala de estar. Parecía normal, sofás, mesa de café, televisión. Realmente no sabía lo que me esperaba, algo diferente, supongo, pero no algo así.
- ¿Justin?
- Mmm. - tarareó con voz profunda.
Entré en la cocina, con los ojos cayendo directamente en la espalda de Justin. Los músculos tensos de sus brazos se volvieron prominentes cuando cerró el grifo. Agarró un trapo y lo puso sobre la mano lesionada.
Se apoyó contra el mostrador, y me miró sosteniendo una sonrisa.
- Ven aquí.
Poco a poco me acerqué a su lado, cruzando los brazos sobre el pecho. Me detuve a pocos metros de él.
- ¿Vives con alguien más?
- No.
Mi corazón se hundió un poco ante su respuesta. Esperaba que hubiera alguien más que pudiera ayudarme si pasaba algo. Me miró con curiosidad antes de hablar. - Puedes usar mi cama.
Mi pulso se aceleró ante sus palabras. No quería dormir en su habitación. No quería dormir en su cama.
- No... No, está bien. Dormiré en el sofá. - tartamudeé.
Me estremecí cuando Justin se dirigió rápidamente hacia mí. Su altura se alzó sobre mí.
- No es difícil, sólo duerme en mi cama. - habló un poco áspero.
- No.
Tenía la frente arrugada y los ojos entrecerrados. Tal vez él no estaba acostumbrado a que la gente desobedeciera sus demandas. Me mantuve firme con valentía, eso hasta que me levantó del suelo.
- ¡Bájame!
Me ignoró por completo. Me llevó al estilo nupcial de la cocina al pasillo. Me asusté cuando pateó la puerta para abrirla. Di un grito ahogado cuando me puso sobre algo suave. Toqué a mi alrededor y me di cuenta de que estaba sobre su cama. Salté cuando una pequeña luz nos iluminó. Lo ví acercarse a los cajones. Sacó una camiseta y unos pantalones y luego me los tiró.
- Usa esto.
Vacilante, cogí la camiseta y los pantalones cortos. Él no dijo nada, simplemente salió de la habitación y cerró la puerta. Mis ojos vagaron por la habitación. Había algunas fotografías y una guitarra en un rincón. Me quité la ropa rápidamente. Unos segundos después de terminar de vestirme la puerta se abrió. Los orbes mieles de Justin viajaron hacia arriba y abajo por mi cuerpo, una sonrisa se formó en sus labios mientras se apoyaba en el marco de la puerta.
- Mmm, te ves bien con mi ropa.
Rehuí su comentario, inclinándome para recoger la ropa. La dejé caer segundos más tarde. Justin zumbó en mi oído, con los brazos serpenteando por mi cintura. Su cabeza rozó la mía y comenzó a besar la piel expuesta de mi cuello. Mi espalda se presionó firmemente contra su pecho.
No podía moverme. Una mano se apretó alrededor de mi cintura, y la otra se deslizó por la parte superior de la camiseta. Sus dedos se arrastron hacia arriba y pude oír su respiración agitada en mi oído. Gemí cuando tocó la curva de uno de mis pechos. Entonces, lo agarró con su mano grande, apretándolo suavemente. Dejé caer la cabeza hacia atrás, sobre su hombro. Cerré los ojos con la nueva sensación.
Nunca había sentido algo así antes, miles de hormigueos correr por mi cuerpo. Y fue cuando mi mente se aclaró, luché contra el agarre de Justin, se rió profundamente y me soltó. Corrí hacia la puerta, sujeté el mango y abrí la puerta.
- __.
Estaba justo detrás de mí. Su mano se estrelló contra la puerta por encima de mi cabeza, cerrándola antes de que pudiera escapar. Mi corazón bombeó con fuerza cuando me volví. Levanté la mirada para encontrarme a Justin mirándome. Lentamente, acercó sus labios color rosa a mi oído.
- Quiero hacerte sentir bien. - susurró.