Capitulo 8

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- ¿Vas a salir con él, después de lo que pasó la primera vez? - dijo Erin, atónita.

Hice clic en el altavoz antes de sentarme en la cama.

- No es que quiera, pero tenías que haber visto lo enfadado que estaba.

- Razón de más para no ir. - contestó.

Salté cuando alguien llamó a mi puerta.

- Lo siento Erin, me tengo que ir.

Me despedí y colgué.

- Está abierto. - grité a mi madre para que entrara.

Estaba de espaldas a la puerta, mi objetivo era la ropa del armario. Moví los dedos a través del soporte antes de sacar una camiseta.

- Mamá, ¿qué...?

Me di la vuelta. Dejé caer la ropa que estaba sosteniendo. Justin estaba de pie con una sonrisa, con los ojos fijos en mí. Me volví, muy consciente de que sólo estaba usando pantalones cortos y una camiseta. Su visión rozó mi cuerpo de arriba abajo.

- Tenía la esperanza de que fueras a usar algo un poco más sexy. - me guiñó un ojo, señalando la ropa que había dejado caer. Se sentó en mi cama, reclinándose sobre los codos. Echó un vistazo alrededor de mi habitación.

- ¿Cómo has entrado? - sacudí la cabeza.

- Tu madre me dejó entrar.

Iba a tener que hablar seriamente con ella.

- Tienes que usar vestido. - continuó.

- No.

Eso era lo último que iba a llevar, sobre todo alrededor de Justin y sus manos errantes. Se rió profundamente con mi respuesta contundente. Me aparté de él para sacar unos pantalones negros ajustados y un top. Solté un jadeo debido a su proximidad cuando me dí la vuelta. Justin sonrió, su pecho casi tocando el mío.

Subió las mangas de su chaqueta, sin quitar el contacto visual. Su aroma llenó mis sentidos.

- Me voy a cambiar. - informé.

- Te puedes cambiar aquí, no me importa. - sonrió.

Dejé escapar un gemido antes de empujarlo y meterme en el baño. Me aseguré de que la puerta estaba cerrada con llave antes de desvestirme.

***

Una vez preparada, abrí la puerta. Justin estaba en mi cómoda.

- Justin.

Se volvió con una sonrisa, mostrando sus hoyuelos. Abrí la boca cuando ví lo que tenía en la mano.

- Me encantan estas. - me guiñó un ojo.

Corrí hacia él, le arranqué la ropa interior de encaje de sus manos. Lo metí de nuevo en la cómoda y luego la cerré.

- ¿Qué te pasa? - pregunté retóricamente.

Se rió. Me aparté bruscamente de él, poniéndome los zapatos. Agarré la chaqueta y el bolso.

- Te ves sexy. - susurró en mi oído.

Me estremecí al sentir sus fuertes brazos envolverse alrededor de mi cintura desde atrás. Apreté los ojos mientras sus dedos rozaban mi pelo, sus labios entonces hicieron contacto en la piel justo debajo de mi oreja. La chupó suavemente, luego la mordisqueó.

- J-Justin. - tartamudeé en voz baja.

Se apartó, agarrando mi mano y llevándome fuera de la habitación.

Justin puso un brazo alrededor de mis hombros, tirando de mí hacia él. Fuera estaba oscuro, la calle estaba débilmente iluminada por las farolas. Era extraño. Justin me asustaba, pero a la vez, me sentía segura con él.

- ¿Haces esto con todas las chicas?

Justin bajó la vista para mirarme.

- ¿Qué quieres decir? - preguntó.

Desvié la mirada hacia el suelo mientras seguía caminando.

- Asustarlas para estar contigo. - hablé en voz baja.

Se rió de mis palabras, sus dedos presionaron mi hombro.

- Así que no te asusto... - confirmó. Hizo una pausa antes de volver a hablar. - Tú eres la única, las demás no valen. - sonrió.

El viento sopló, azotando mi cabello.

- Tu madre me dijo que no volvería esta noche, te puedes quedar en mi casa.

- ¿Qué? No. - me detuve abruptamente.

Su brazo cayó de mis hombros. Tomó mi brazo con fuerza.

- Quiero que te quedes en mi casa. - habló con voz ronca.

- Estaré bien.

Pude ver su mandíbula tensarse a mi objeción. Pero optó por dejarlo.

***

Tenía la impresión de que Justin y el portero del club se conocían. Se dieron la mano y después el hombre fornido se movió a un lado para dejarnos pasar, para gran disgusto de la gente que estaba esperando en la fila.

Justin agarró mi mano y comenzamos a caminar a través de la multitud. Me empujó hacia adelante. Sus brazos se envolvieron alrededor de mi cintura mientras me presentaba a todo el mundo. Amablemente sonreí y asentí. Me senté en una silla al lado de una hermosa chica, que me sonrió.

- Así que __, ¿qué piensas de Justin? - preguntó la chica, llamada Hayley.

Miré a Justin que estaba hablando con un hombre no demasiado lejos.

- Um, tiene un problema de ira. - admití.

Hayley sonrió. Se arrastró más cerca de mí.

- Le gustas.

Sonrió y se levantó como si nada. Le sonreí antes de saltar cuando una mano se posó sobre mi hombro. Miré hacia arriba para ver a Justin. Se quitó la chaqueta colocándola sobre el asiento, dejando al descubierto su camisa blanca. Miré como Hayley se alejaba, y cómo otra persona venía.

- Soy Jake. - dijo, deslizándose en el asiento a mi lado.

- __.

Un par de minutos más tarde Hayley me apretó el brazo, sonriendo.

- Vamos a bailar. - dijo.

Vi como el resto del grupo se levantaba y caminaba perdiéndose entre la multitud. Nos quedamos Jake y yo. Busqué a Justin, pero él todavía estaba en la barra.

- ¿Eres la chica de Justin?

Volví la cabeza hacia Jake, su sonrisa me puso los pelos de punta. Intentó acerca discretamente a mí, un movimiento del cual fui consciente. Su rodilla rozó la mía.

- No. - sacudí la cabeza.

No quería pertenecer a nadie. Traté de encontrar a Justin con urgencia entre la multitud de gente. Un jadeo cayó de mis labios cuando una mano agarró mi muslo. Miré hacia abajo, los dedos de Jake presionaron la pierna antes de deslizarse a la parte superior.

- Eso facilita las cosas. - sonrió.

Le quité la mano, intentando apartarme de él, pero se aferró a mi muñeca. Me arrastró fuera de la sala y me llevó a un pasillo débilmente iluminado.

A dark boyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora