capitulo 51

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Bebé. - susurró una voz.


Un beso ligero fue presionado en mi boca mientras yo intentaba abrir los ojos. Mi lengua pasando sobre mis labios, pasando por la humedad. Oí a Justin reír en voz baja.

- Despierta, Bella Durmiente.


Me acurruque a su calor en cuanto me levantó del coche. Mi brazo levantándose para envolverse alrededor de su cuello. La puerta se cerró con el pie de Justin.

- ¿Qué pasa? - murmuré.

- Estaba hablando contigo y cuando me giré, estabas dormida. - sonrió. - Duermes profundamente.

- Lo siento.

Los dedos de Justin agarraron mis zapatos que me había quitado en la parte delantera de su coche. Puse mi índice en el cuello de su camiseta, tirando de ella hacia abajo un poco para que yo pudiera darle un beso en la base del cuello. Estábamos a mitad de camino a mi casa cuando me di cuenta de que había olvidado algo.

- Espera, espera. Olvidé mi tortuga.


Justin se rió juguetonamente resoplando mientras giro conmigo aún en sus brazos. Él nos llevó de vuelta a su coche y abrió la puerta trasera con una de sus manos. Él me permitió subir, hurgando bajo el asiento mientras buscaba a tientas el animal de peluche. Aferré la tortuga de juguete contra mi pecho.

- Vamos.


Me reí, subiéndome a su espalda mientras envolvía mis piernas alrededor de su cintura. El muñeco de peluche colgaba en mi mano delante de Justin mientras mis brazos estaban sobre sus hombros.


***


Cepillé mis dientes rápidamente antes de lavarme la cara y ponerme una camiseta vieja. La longitud de mi pelo caía en ondas por encima de mi hombro derecho mientras lo cepillaba. Cuando abrí la puerta del baño me encontré a Justin sentado en el extremo de la cama, la cabeza baja, mirando a su teléfono. Todavía estaba completamente vestido.

- ¿No te vas a quedar esta noche? - pregunté.

- Tienes que trabajar mañana, y yo también. - respondió.


El enfoque de Justin no se quedó en mi cara por mucho tiempo, sus ojos brillantes viendo a lo largo de mi cuerpo. La camiseta me llegaba a la mitad del muslo mientras el resto de mis piernas quedaban desnudas. Yo no podía dejar de sonreír tímidamente mientras me dirigía hacia él. Sus rodillas se separaron para que yo pudiera estar en el medio. Sus manos grandes y cálidas apoyadas en mi espalda baja, deslizándose hacia abajo para acariciar mi trasero. Suspire silenciosamente, pero le permití apretar suavemente.

- Estás poniendo a prueba mi paciencia. - murmuró.


Mis dedos acariciando su pelo mientras su cabeza descansaba sobre mi estómago.

- No, no, tienes que ir a la cama. - habló de repente.


Salté mientras se puso de pie con rapidez desde el extremo del colchón, su altura sobrepasando la mía antes de que levantara la colcha.

- Venga. - habló mientras me indicaba con la cabeza que me metiera en la cama.


Obedecí, metiéndome en la cama.

- Por favor, quédate. - susurré.


Lo vi cerrar los ojos, suspirando en voz baja antes de poner la mirada fija en mí. Sus supras siendo removidas y le hice sitio para que se echara junto a mí. Justin permaneció en la parte superior de la colcha mientras yo me acomodaba en mi almohada, estableciéndome sobre mi estómago.

- Me quedaré hasta que te duermas.

- Bueno, he estado teniendo problemas para dormir las últimas noches, por lo tanto tal vez te quedes un buen rato. - bromeé.

- __. - advirtió, luchando por sonreír.


Estaba echado sobre su espalda, su cabeza volcándose hacia mí. Él era realmente hermoso. Sus mechones rubios adornaban su cabeza, impactantes ojos mieles y los labios más carnosos que había visto en un hombre.

- Hay que cerrar los ojos para dormir. - susurró.

- Prefiero verte.


Me moví un poco más cerca de él mientras me observaba. Mi intención era que fuera un pequeño beso de buenas noches pero se hizo un poco más que eso. Nuestros labios saboreando uno al otro, mientras se mezclaban. Mi cabello cosquilleando su piel, mis dedos deslizándose por su pelo. La lengua de Justin entrando en mi boca, invadiendo mis sentidos, pero en cuanto trate de acercarme, me empujó suavemente de mis hombros. Los dos estábamos sin aliento cuando nos separamos. Pero lo suficientemente cerca para que nuestros labios se rozaran continuamente.

- No me tientes. - advirtió.


De mala gana me puse de nuevo a mi posición anterior, todavía viendo a Justin. Echados en silencio por un momento antes de que yo rompiera el silencio.

- Tienes las pestañas largas. - comenté.


Él sonrió, un poco confundido.

- ¿Eso es bueno?


Asentí con la cabeza mientras Justin levantó la mano, empujando suavemente mi cabello de mi rostro. Mi aliento en mi garganta mientras se inclinaba hacia mí. Una risita escapó de mi boca mientras deliberadamente rozó sus pestañas contra mi mejilla antes de colocar un suave beso en mis labios.

- Duérmete, __.

***

Me desperté repentinamente por el sonido de mi alarma. Mis ojos parpadeando varias veces, para adaptarse a la luz. Sin embargo, una sonrisa se dibujó en mis labios al ver a la tortuga de peluche en el lugar que Justin había ocupado antes de que cayera en la inconsciencia. Yo lo recordaba vagamente cuidadosamente acariciando mi pelo, su voz ronca tranquilamente cantando mientras me quedaba dormida.

A dark boyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora