Za's POV:
- Te lo digo como amigo. Eres un sensiblero idio*ta.
Jugué con mi botella de cerveza, notando que el líquido que había dentro había comenzado a disminuir. La esperanza de que Fredo hubiera cogido otra para mí era escasa. Estaba en su totalidad en el modo de encanto mientras él intentaba y fallaba al charlar con las chicas que había en la pared, a nuestra derecha.
- ¿Por qué? - rio Justin.
- ¿Te ha visto últimamente? Has cambiado.
- Sin embargo, no lo veo tan malo. - contestó él - Me gusta bastante.
Se había ablandado y era gracias a ella. La pequeña _____ de ojos saltones.
- Te estás poniendo un poco blando, amigo. Nadie te va a tomar en serio como sigas así.
- No soy un tío más. - casi gruñó en defensa.
Sonreí mientras un sólido puño me golpeaba en el hombro. Mi mano agarró la botella, decidido a salvar el poco alcohol que quedaba. El viejo Justin todavía estaba allí, tal vez enterrado bajo unos corazones rosas y flores espantosas. Pero no creo que alguna vez él podría poner realmente eso detrás de él, no con tanta emoción en su estado natural. Sabía lo que estaba pasando en esa casa cuando éramos más jóvenes. No puedes simplemente enterrar todos esos recuerdos, no importa cuán grande es el agujero.
- Milagrosamente, no he perdido la capacidad de romper caras. - continuó Justin.
Había olvidado lo fácil que era darle cuerda. Él era un hombre relajado para llevarse bien, pero Dios, no quisieras insultar su capacidad para lanzar un golpe y quedar echado en el suelo en un segundo. Te tomaría mucho más tiempo el poder levantarte.
- No, de eso no me cabe duda. - reí ligeramente.
Negó al ofrecerle una cerveza. Y cuando hice mi camino de regreso, Justin estaba ligeramente distraído y balanceándose. Me di cuenta de que la estaba mirando. Me quedé un poco hacia atrás, observando la atención incondicional dada a la mujer que con cuidado se tambaleaba en el borde de la piscina. Ella se echó a reír mientras Hayley la llamaba desde el agua, algunas gotas de agua se intercambiaban en un juego de burlas.
Me sorprendió cuando un pequeño tropiezo de ____, tuvo a Justin retrocediendo en su asiento, casi como si estuviera listo para saltar en un segundo. _____ recuperó el equilibrio, cayendo de nuevo en el suelo de puntillas. _____ debió de sentir la preocupación de Justin sobre ella, porque giró la cabeza a la vez que movía su pelo, dedicándole una pequeña sonrisa que le confirmó que estaba bien.
- ¿Qué fue eso?
- ¿Qué? - Justin levantó la vista, siguiéndome mientras me sentaba junto a él una vez más.
Asentí con la cabeza en dirección a _____.