capituolo 112

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Las lágrimas se deslizaban por mis mejillas, mis manos aferradas a su muñeca con fuerza mientras él presionaba mi espalda contra mi pecho. Mi cabello fue utilizado como palanca, inclinando mi cabeza hacia el lado del que él tiraba hacia abajo.


- Sé una buena chica. Quiero oírte gritar por él. - me alentó Scott en un susurro.


No tenía ninguna intención de cumplir sus demandas. El poder de lo que Scott ansiaba le fue concedido a través del miedo y la intimidación. Yo no iba a ser su próxima víctima. Apreté mis dientes, pisando con mi pie sin piedad encima del suyo. Él soltó un gruñido de disgusto mientras yo luchaba por mi libertad, sacrificando los mechones de pelo que quedaban entre sus dedos mientras dolorosamente me apartaba. Mi cuero cabelludo se erizó con la acción. Su sonrisa burlona hizo acto de presencia una vez más, a Scott aparentemente le gustaba la situación panorámica hacia fuera. Tal vez quería una pelea.


- Esto va a ser divertido. Pero digamos que nos equivocamos con tu cara bonita en primer lugar, ¿eh?


En ese momento una ola de resistencia a través de mí se pulsó. Estaba harta de que me hicieran sentir constantemente físicamente impotente en ese mundo del cual me había hecho parte dominado por los hombres. Mis brazos se levantaron rápidamente en defensa, como Justin me había enseñado, protegiéndose la cara. El golpe de Scott fue rechazado, ya que me las arreglé para bloquear débilmente el puño que me habría golpeado rotundamente, del cual me tambaleé hacia atrás, pero no me caí. Mis brazos palpitaban con el contacto feroz, pero mi acción era una distracción suficiente como para inflingirme algún daño. Mis pies se quedaron plantados en el suelo, Scott se acechaba cerca desalentadoramente. En el instante en que llegó a una corta distancia tocando el talón de mi palma casi forzado hacia arriba en su cara, capturé su nariz en un ángulo extraño. Mis ojos se abrieron cuando me retiré de mi postura defensiva, la sangre brotaba de ambas fosas nasales, sangre escarlata de la nariz de Scott goteaba por la parte inferior de mi muñeca.


- Tú... ¡Oops!! - escupió agresivamente,


Grité cuando la palma de su mano arremetió en mi cara con tanta fuerza que me golpeé contra el suelo. Grandes botas negras aparecieron en mi visión. Me apresuré a mí misma removiéndome de la posición vulnerable, evitando la patada que iba para mi estómago. No perdí tiempo en mirar hacia arriba, ignoré el escozor de mi labio y subí sobre el mostrador de la caja. Mi cuerpo se derrumbó torpemente al otro lado de las cajas, recogiendo un viejo vinilo que se encontraba indeseadamente sin su funda. Me asusté ya que mi perseguidor enfadado se dirigía hacia mí, mi brazo retrocedió y arrojé el objeto. No me había dirigido a su cara, así que estaba un poco sorprendida cuando vi la brecha en su ceja derecha. La herida era considerable, la sangra goteaba hacia abajo. Scott escupió en maldición.


Mi plan era escapar por la puerta trasera y correr hacia Justin. Aunque no lo encontrara, estaba segura de estar a salvo en presencia de sus amigos que trabajaban con él en el gimnasio. Pero antes de que pudiera hacer un movimiento para ello, mi brazo fue tirado fuertemente, mi cadera chocó con el mostrador entre Scott y yo. Era un completo desastre, inclinando la cabeza hacia un lado para escupir la sangre que se había infiltrado en su boca desde su nariz. Mi labio palpitaba, mis brazos ya golpeados, pero yo estaba en una posición mucho mejor que él.

A dark boyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora