capitulo 77

97 9 0
                                    

Justin había intentado convencerme de salir con él y con sus amigos para celebrar la victoria. Pero rechacé la oferta. No quería molestar en lo que claramente era una noche de chicos. Ahora que sabía que Justin estaba a salvo, estaba contenta de ir a casa y tener una tarde perezosa. Vi a mi madre cuando se iba a trabajar, otro turno de noche en el hospital.


Rápidamente me aburrí de la televisión, mi mente quería algo con un poco más de profundidad. No me tomó mucho tiempo encontrar una actividad que siempre me había encantado. Me recosté en la hierba con un libro en mis manos. La luz parpadeante de las velas que había puesto a mi lado proporcionaba bastante brillo para absorber las palabras de las páginas. Decidí pasar la mayor parte de la tarde calurosa en el jardín trasero. Pero apenas podía concentrarme en la novela romántica que sostenía. Mis pensamientos se alejaban repetidamente al hermoso chico que había conquistado mi corazón. Las líneas que leía no parecían nada en comparación a lo que estaba pasando en mi vida. Justin había vuelto todo del revés, nunca podría volver a ser igual. Pero tampoco quería.


Intenté leer por un rato más. Una sonrisa se dibujó en mi cara cuando sentí la presencia de alguien a mi lado. Mi cabeza se giró para encontrar a Justin tumbado a un lado. Me sonrió, tomando el libro de mis dedos y plegando la página. La novela fue situada en la hierba mientras Justin se apoyaba en mí, dejando un beso en mi mejilla.


- Hola preciosa. - habló con voz ronca.


Sonreí acariciando algunos mechones de su cara.


- Pensé que saldrías a celebrarlo. - susurré.


- No quise. Quiero pasar tiempo con mi novia.


Mi corazón se hinchó ante sus palabras. Las mariposas revoloteaban por mi estómago mientras le miraba atentamente. Ahora vestía unos vaqueros y una camiseta, oliendo fresco de la ducha. Justin cambió su cuerpo de posición, tumbándose y apoyando la cabeza en mi estómago.


Sus largos dedos tiraron delicadamente de mi camiseta. El toque cálido de Justin acarició mi vientre desnudo mientras la ropa era empujada hacia arriba bajo mi pecho. Sonreí cuando arrancó una margarita de la hierba. Los pétalos hacían cosquillas en mi piel mientras Justin arrastraba la pequeña flor suavemente sobre mi estómago. Su mirada viajó hasta mi cara, los hoyuelos se hundían en sus mejillas cuando me sonreía.


- Me hace cosquillas. - me reí.


Retiró el tallo de la cabeza de la margarita. Miré hacia abajo curiosamente mientras Justin ponía la bonita flor en mi ombligo. Cerré mis ojos mientras él se inclinaba hacia delante, sus labios gruesos presionaban la zona justo por encima de la nueva decoración.


- Te ves como una diosa. - susurró su ronca voz.


Mi cabello largo y oscuro se había desplegado a mi alrededor, mi cuerpo descansaba en la hierba. Sonreí cuando su cuerpo se cernía sobre mí, una rodilla a cada lado de mi cintura. Nadie me había mirado o hablado como Justin nunca antes. Él me hacía sentir como si fuéramos las dos únicas personas del mundo.


- Tan hermosa.


En ese momento supe que era Justin. Me quería entregar a él. Podía tenerme, tener todo de mí. Y yo lo quería desesperadamente.


Él sonrió, sumergiendo su cabeza para besar mi cuello. Me apoderé de su nuca, mis dedos se presionaban en su piel cálida mientras reunía el valor.


- Hazme el amor. - susurré con dificultad.

A dark boyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora