Sus labios rozaron mi mandíbula. Mi cuerpo se congeló cuando sentí una mano deslizarse por mi cuerpo, peligrosamente cerca de mi entrepierna, pero retrocedió antes de que pudiera tocarme. Sus ojos nunca dejaban mi cara. Poco a poco, me empujó hacia adelante. Se sentó en el borde de la cama, mirándome. Agarró mi mano, tirando de mí hacia él hasta que me puso entre sus piernas. Mi pecho subía y bajaba rápidamente. Posó su mano sobre la parte posterior de mi muslo. Lo levantó, animándome a ponerme a horcajadas sobre su regazo.
Se movió más atrás en la cama. Puse mi mano sobre su pecho para dejarme caer sobre él. Mi contacto se retiró rápidamente cuando lo ví agarrar la parte inferior de su camisa. La retiró y la tiró al suelo. Dirigí los ojos de inmediato a la piel bronceada de su torso. Di un grito ahogado en el instante en que agarró mi mano. La llevó hasta su hombro antes de guiarme por encima de su clavícula izquierda.
- Por favor. - suplicó.
Su mano dejó la mía y me sorprendí cuando comencé a tocar su pecho. Sus musculos estaban tonificados, duros bajo mis dedos. Miré su boca cuando el dedo índice atrapó su pezón. Con cuidado, tracé las líneas definidas de su estómago. Justin no podía apartar los ojos de mi cara. Curiosamente, desvié los dedos hacia las líneas ' V ' de sus caderas. Pero mi contacto cesó cuando llegué a la banda color negro de sus bóxers.
Me quedé inmóvil, seguía sentada sobre el regazo de Justin. Lo ví abrir el cinturón. Bajó la cremallera y abrió el botón. Abrí los ojos de par en par. Justin actuó rápidamente. Una de sus mano me cogió la pierna, la otra se deslizó alrededor de mi espalda.
Nos quedamos así por unos momentos. Me estremecí ante su toque por mi espalda, que me obligaba a acercarme más a él. Se inclinó hacia delante, con la nariz rozando mi mejilla mientras esperaba una respuesta por mi parte. Volví la cabeza hacia él, dándole la oportunidad de atrapar mis labios con los suyos.
Su mano desapareció de mi pierna. Un profundo gemido vibró contra mi boca. Me alejé, y miré instantáneamente hacia abajo, para encontrarme con los dedos de Justin frotándose sobre su entrepierna. Tenía los ojos cerrados, los movimientos cada vez eran más rápidos, al igual que sus suspiros.
Nunca lo había visto así antes. Parecía casi vulnerable. Era un gran contraste verlo así, a cuando golpeó violentamente a Jake. Ahora Justin gemía en silencio, disfrutando del placer. Tal vez era porque quería sentirme más fuerte, crear un sentido de dominio que él siempre tuvo sobre mí. Cualquiera que fuera la razón, tenía curiosidad por saber cómo se sentía ser el que mandaba. Abrió los ojos de golpe cuando notó que mis dedos bajaban por sus músculos tensos de su estómago. Mi mano temblaba mientras movía los dedos hacia el tejido negro. Di un grito ahogado cuando su mano cayó sobre la mía, animándome. Sus ojos se clavaron en mis ojos. Me estaba enseñando a tocarlo. Miré con asombro cómo sus caderas se sacudían a mi tacto.
- Más. - ordenó en voz baja.