Capitulo 6

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Las gotas de agua caían de su pelo a mi piel. Sus ojos viajaron por mi cuerpo, viendo cómo la ropa mojada se cernía a mi piel. Justin inclinó la cabeza hacia abajo, soplando en la parte superior de mi pecho. Sonrió al ver que se me ponía la piel de gallina. Cerré los ojos con la sensación.

Salté cuando un par de labios húmedos se pegaron a los míos. Abrí los ojos de golpe. El flequillo de Justin hacía cosquillas en mi frente. Continuó moviendo su boca contra la mía, tratando de obtener una respuesta. Pero no podía, estaba congelada.

- __. - dijo en voz baja.

Tiró de mi labio inferior con los dientes antes de alejarse. Presionó su frente contra la mía. Mi respiración salió en bocanadas cortas. Nos quedamos un rato quietos hasta que Justin se levantó. ¿Qué había sucedido?

- ¿Vienes?

Me senté, mirando fijamente la mano que me ofrecía. La tomé y me puse de pie junto a él. Posé los ojos sobre su cuerpo mojado. Su camiseta blanca estaba pegada a su torso, revelando un estómago tonificado. Aparté la mirada, sabiendo que había sido capturada por Justin.

Entrelazó sus dedos con los míos mientras caminábamos por el muelle.

***

El hombre del restaurante frunció el ceño ligeramente cuando vio nuestras apariencias. La ropa estaba mojada, haciendo charcos en el suelo. El resto de los clientes luchaban por no mirar a otra parte que no fuéramos nosotros. No podía culparlos, habíamos provocado una escena. En cualquier otro momento, me habría avergonzado, pero ahora simplemente no me importaba. Justin le entregó su tarjeta de crédito.

- Vete a por el bolso. - susurró duramente en mi oído.

Me acerqué a la mesa, la camarera estaba limpiando el suelo. Se apresuró hacia mí.

- Lo siento mucho, no me creyó cuando le dije que no estabas en el baño. - dijo.

- No te preocupes, no es tu culpa. - sonreí. - Gracias.

Salté cuando Justin se acercó a nosotras, me apresuré a recoger mis cosas.

***

Nos detuvimos frente a mi casa, todo estaba oscuro, a excepción de las farolas. Resoplé al tener que esperar a que Justin me abriera la puerta. Caminó a mi lado todo el camino hasta la puerta de mi casa. Busqué en el bolso las llaves. Entonces, Justin me empujó contra la puerta, presionando firmemente sus labios contra los míos. Con una mano sostenía mis caderas, con la otra agarraba la parte posterior de mi cuello.

No tenía fuerzas para luchar contra él, pero le empujé débilmente en pecho de todos modos. El beso no duró mucho tiempo. Justin se alejó, sus ojos verdes mirándome con deseo. Me limpié la boca con el dorso de la mano.

- Oh, vamos. ¿Tan malo fue? - preguntó en tono de broma.

Me estremecí a medida que sus dedos rozaron mi mejilla.

- No te preocupes. Lo volveremos a hacer. - me guiñó un ojo.

No estaba segura de si se refería a los besos o a la cita, de cualquier manera, me hizo temblar ante la idea. Eché un vistazo a su cara y me di cuenta de que sus mechones comenzaban a secarse, se veía casi guapo, eso fue hasta que abrió la boca. Su habilidad con las palabras erizaba mi piel.

Me quité la chaqueta de los hombros, sujetándola entre nosotros para que la cogiera.

- Toma.

La cogió, no sin antes darme un ligero beso en los labios. Después, lo vi alejarse hacia su coche.

Sin duda, era una cita que no iba a olvidar.

***

-Hola, ¿puedo ayudarte? - sonreí a la mujer frente a mí.

- Sí, estaba buscando el nuevo álbum de McFly. Mi hija los ama y quería comprarlo para su cumpleaños.

- Por supuesto, sígueme.

La llevé por los pasillos hasta detenerme en la sección ''M''. Hojeé rápidamente los CDs hasta encontrarlo.

- Aquí tienes. - sonreí. - Es un álbum brillante. A su hija le encantará.

- Gracias.

Correspondió a mi sonrisa antes de caminar hacia la caja. Mi mente vagaba sin rumbo mientras ordenaba los CDs. Miré hacia la puerta cuando vi a alguien entrar en la tienda. No me dí cuenta de quién era, pero cuando lo hice, ensanché los ojos. Y reconocí los mechones.

Mi reacción inmediata fue ocultarme. Me tiré al suelo, arrastrándome por el pasillo tratando desesperadamente de llegar a la parte de atrás sin que me notara. ¿Cómo sabía siquiera que trabajaba allí?

- ¿__?

Maldije mentalmente. Solté un grito ahogado cuando un par de converse blancas se pusieron delante de mí. Moví mis ojos sobre las piernas, después me encontré con un par de ojos brillantes. Sonrió abiertamente, mostrando sus hoyuelos.

- Hola, cariño.

Justin agarró mis brazos antes de levantarme. Rehuí su contacto.

- ¿Qué hacías en el suelo? - sonrió.

- Se me cayó algo.

Se rió entre dientes, estaba claro que no creía mi mentira. Me alegré de que estuviéramos en un lugar público, de esa manera, se vería obligado a acuar un poco más normal.

- ¿Por qué no me contestaste al mensaje?

Habría sido una pregunta inocente viniendo de los labios de nadie. Pero con Justin, era todo lo contrario.

- Me preguntaste lo que llevaba puesto. - contesté, disgustada.

- Y no obtuve respuesta, así que supuse que estabas desnuda. - se rió entre dientes.

Dejé escapar un gemido. ¿Eso era todo lo que pensaba? Me volví para alejarme de él, pero me agarró de la muñeca. Tiró de mí hacia su cuerpo, sus labios calientes tocaron mi boca. Utilicé toda mi fuerza para empujarlo. No se movió.

- ¿__?

Fuimos interrumpidos por Steve, para gran disgusto de Justin.

- ¿Estás bien? - preguntó.

- Sí.

Steve no tenía el pelo mucho más corto que el de Justin, pero su pelo negro era un claro contraste con los mechones rubios de Justin. Dio un paso hacia adelante. Pude ver en su cara que no estaba del todo convencido por mi respuesta.

- Necesito tu ayuda en la caja.

- Vale.

Justin todavía sujetaba firmemente mi muñeca. Lo miré a la cara, y su intensa mirada cayó sobre mí.

- Vas a salir conmigo otra vez. - ordenó con voz ronca.

- Justin. - le advertí.

Me sonrió antes de dar una mirada dura a Steve.

- Creo que es mejor que te vayas. - Steve se dirigió directamente a él.

Justin no se movió. Hice una mueca mientras apretaba mi muñeca cada vez con más fuerza. Sus bocanadas de aire caliente se podían sentir en mi nuca. Steve tomó mi mano, y me alejó de Justin. Él estaba enojado. Era evidente que no le gustó la forma en la que intervino Steve.

- Te veré más tarde, __.

Me guiñó un ojo antes de girar y alejarse. Los músculos de su espalda se volvieron prominenete cuando abrió la puerta pesada.

- ¿Estás bien?

Mi visión se alejó de Justin.

- Sí, gracias por eso.

A dark boyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora