Capitulo treinta y siete "manada de alfas"

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Miré el dibujo un largo rato intento averiguar que significaba, decidí mostrárselo a Stiles.

—¿Ojos de alfa?

—eso parece ¿Verdad? —asintió —¿Qué crees que signifique?

—no lo sé —se encogió de hombros.

—¿Y este logo? ¿Te suena?

—nope, nunca lo había visto en la vida —hizo una mueca.

Antes de que la maestra entrará de nuevo tomé el cuaderno y lo dejé sobre mi mesa.

—oye, ¿A dónde se fue Scott?

—no lo sé hermanita, aun no leo mentes —rodó los ojos. —ni escucho a través de las paredes.

—pues espero que este...—Robbie tomó sus cosas y las guardó en su mochila —¿Qué haces?

—es Isaac —explicó poniéndose en pie —luego hablamos ¿Sí? —besó mi frente y salió del salón.

—como que me dieron ganas de ratearme yo también —bromeó stiles.

—te aguantas, no creo que a papá le haga mucha gracia.

—¡que aguafiestas! —exclamó.

La maestra regresó y miró el espacio vacío junto a mí con el ceño fruncido —¿En dónde está Hale? ¿Señorita Stilinski? —alzó una ceja.

—no lo sé —negué —él solo tomó sus cosas y se fue.

La mujer sólo fue a su escritorio y siguió dando la clase, todo iba normal hasta que un pájaro chocó ferozmente contra la ventana cayendo muerto, su sangre había quedado impregnada en el vidrio.
Abrí los ojos a tope al ver una bandada de pájaros acercarse al edificio, teniendo el mismo destino que el anterior pero la cosa fue empeorando porque comenzaron a romper la ventana y entraron al salón.

Tuvimos que tirarnos al suelo, Stiles se acercó junto con Lydia e intentó protegernos a ambas con su cuerpo.
Por suerte un buen rato después todo se calmó, pero el salón había quedado destruido.Inmediatamente luego de lo sucedido llamaron a la policía.

—¿Estás bien? —me acerqué a mi amiga pelifresa.

—si, ¿Y tú?

—estoy bien...solo recibí unos pequeños rasguños, nada grave. —miré mi brazo donde había un pequeño raspón.

Allison estaba con su padre por lo que preferí no molestar.
Pero papá tenía otro plan porque se acercó a hablar con el señor Argent.

—¿Le dijiste a papá que Argent es un cazador? —murmuré mientras escuchábamos la conversación.

—si, pero nunca le dije su especialidad.

Ni bien pudimos salir del salón, Stiles llamó a Scott para informarle sobre lo sucedido en lo que yo me comunicaba con mi novio para lo mismo.

—casa de Derek —dijimos a unísono al finalizar nuestras respectivas llamadas.

Salimos y nos subimos al jeep con dirección hacia la reserva.
En cuanto llegamos tuvimos una larga conversación sobre lo que estaba sucediendo.

—¿Lo vas a tatuar? —miré a mi cuñado, él asintió —no lo sé, no estoy muy segura de esto.

—no te va a tatuar a ti —me recordó mi hermano.

—¿Por qué te preocupas por él?

—Robbie, cariño, Scott es como un hermano para mi, ya lo hablamos. —lo miré de reojo.

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