Capítulo ciento veintinueve "Te perdí"

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Sabía que estos serían probablemente nuestros últimos momentos felices como pareja. Estaba segura de que el momento de decirle la verdad sobre Donovan estaba cerca y que, cuando lo hiciera, lo perdería. Por eso quería disfrutar de él todo lo que pudiera.Me iba a quitar la ropa para ponerme el pijama, pero recordé algo.

Volteé hacia Scott, me acerqué y enrollé mis brazos alrededor de su cuello.-Cariño -dije, mirándolo a los ojos-, tengo una sorpresa para ti.

Miré sus labios y luego de nuevo sus ojos. Él sonrió.-¿Ah sí? -Asentí.-¿Vas a dármelo ahora?

-Sucede que... no es algo material.

Scott frunció el ceño, confuso.-No entiendo.

Reí suavemente.-Esta parte te encantará. -Me puse de puntas y acerqué mis labios a su oído-. Debes desnudarme para verlo.

Scott me besó, sus labios firmes pero gentiles, y comenzó a quitarme la ropa con cuidado y emoción contenida.
Lo observé mientras sus manos se movían hacia los botones de su camisa. Sentí un cosquilleo de anticipación en mi piel. Pero cuando vi sus intenciones de empezar por arriba, decidí tomar el control. Quería que este momento fuera perfecto.

-Espera -dije suavemente, deteniéndolo con una mano en el pecho-. Empieza por abajo.

Él se detuvo, mirándome con curiosidad y una sonrisa divertida. Sin apartar la vista de mis ojos, se arrodilló lentamente, sus manos rozando mis muslos mientras comenzaba a deslizar la tela hacia abajo. La sensación de sus dedos contra mi piel me hizo contener la respiración.

Justo cuando estaba a punto de bajar mi ropa interior, lo detuve de nuevo.Lo hice ponerse de pie y, con una mirada traviesa, añadí -. Tú también debes quitarte la ropa.

Scott sonrió ampliamente y, sin dudarlo, empezó a desabrocharse el cinturón. Pero no iba a dejar que se lo quitara solo. Me acerqué a él, mis labios encontrando los suyos en un beso profundo mientras mis manos trabajaban en quitarle la camisa.

Sentía su calor, su fuerza, y la conexión entre nosotros parecía más intensa que nunca.Cuando la camisa de Scott cayó al suelo, bajé la mano, desabrochando su pantalón con una mezcla de prisa y emoción. Él me miraba con una mezcla de amor y deseo, dejándome tomar la iniciativa. Pronto, ambos estabamos parados frente a frente, solo en ropa interior.

Respiré hondo, disfrutando del momento antes de tomar la última prenda de Scott y deslizarla hacia abajo. Cada movimiento era lento, deliberado, queriendo prolongar el momento tanto como fuera posible. Cuando finalmente él estuvo en bóxer, lo miré a los ojos, viendo en ellos la misma emoción que yo sentía.

Volvió a besarme mientras sus manos
Comenzaban a moverse, desabrochando mi camisa con delicadeza, disfrutando de casa segundo.
Cerré los ojos entregandome a la sesión
de sus caricias. Sentía sus dedos recorrer mi piel, dejando un rastro de calor allí donde me tocaba. Con cada prenda que caía al suelo, la expectativa crecía. Finalmente, cuando quede solo en ropa interior, Scott me miró a los ojos, buscando permiso para continuar.

-Ahora sí -susurré, guiando sus manos hacia mi ropa interior superior -. Quítala.

Scott me miró con sorpresa, deseo y admiración a partes iguales y desabrochó el último gancho del sujetador, dejándolo deslizarse por mis hombros se inclinó y besó mi clavícula, avanzando con lentitud.
Se detuvo por un momento, antes de bajar la mirada hacia el costado de sus costillas. Allí donde había planeado estaba el tatuaje.Mordí mi labio, disfrutando del contacto, mientras sus manos acariciaban la piel de mi vientre y subía de a poco hacia el tatuaje.

Él subió la mirada hacia mi costado, descubriendo el pequeño lobo aullando a la luna, rodeado de estrellas y con la frase "eternidad" en griego -Es hermoso, Annieh -murmuró, sus dedos trazando suavemente el contorno del tatuaje.

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