AMHES

Capítulo ciento once "Berserker"

El dolor y el frío se habían vuelto compañeros constantes en mi celda. Dormir sobre los huesos humanos que servían de colchón era una experiencia desgarradora, pero estaba tan exhausta que caí en un sueño profundo.

Al abrir los ojos, exhalé con fuerza, esperando que todo hubiera sido solo una pesadilla. Pero al mirar alrededor, supe que no era así. La tenue luz que se filtraba desde arriba confirmó que era de día, y la realidad de mi situación volvió a golpearme.

Con esfuerzo, me levanté y me acerqué a la puerta de la celda. Para mi sorpresa, estaba abierta. Eso no era normal; antes había estado cerrada con llave. Salí con cautela, llamando a Scott mientras intentaba orientarme en ese lugar desconocido. Sujetaba mi costado derecho con una mano, sintiendo cómo la sangre caliente se espacaba entre mis dedos, la herida fue producto de un forcejeo que tuve con el berserker.

Mis pasos resonaban en el silencio, y cada rincón parecía tan oscuro como mi destino incierto. Entonces, lo vi. El berserker estaba frente a mí, un grito de sorpresa y miedo se escapó de mis labios. Retrocedí instintivamente, pero era demasiado tarde.El berserker me agarró con fuerza, y sentí sus golpes mientras me arrastraba hacia él. Estuvo a punto de apuñalarme, pero algo llamó mi atención.

En su brazo, bajo la furia y el salvajismo, reconocí un tatuaje familiar. Era Scott.—Scott, por favor —susurré, esperando que algún fragmento de él me reconociera.

El berserker se detuvo, sus ojos encontrando los míos con una mezcla de confusión y lucha interna. Se alejó unos pasos, y en ese momento, apareció Kate.

—tendré que hacer un mejor trabajo, cubriendo eso —Kate señaló el tatuaje.

Mi corazón se hundió. Scott, mi amor, había sido transformado en esta criatura por culpa de Kate. Aunque una parte de él aún luchaba por salir, sabía que estábamos en peligro inminente.

—¿Qué le hiciste? —pregunté sintiendo el sabor metálico de la sangre en mi boca.

—Cómo, el cómo es lo interesante —se fue acercando —verás, cuando escape de las calaveras no tenía idea de adónde ir pero algo me seguía atrayendo aquí —explicó dando vueltas lentamente a mi alrededor como leon asechando a su perra —al templo de Tezcatlipoca, su nombre significa espejo humeante y este lugar es el templo del espejo humeante —tocó una de las paredes —obsidiana, cuando llegué encontré a los berserkers esperandome, me ayudaron a sobrevivir y yo no sabía porqué sino hasta hace poco, hasta que decidí confíar en alguien, en quién nunca creí confiar.

—¿te vas a tardar? —respondí sarcásticamente —es que...no tengo todo el día —hice una mueca.

—oye niña —me tomó de los pelos tirando mi cabeza hacia atrás para que la vea a los ojos —no te pases de lista conmigo, tengo a tu chico entre mis garras y puedo conseguir a la niña, también. —me soltó bruscamente.

—púdrete —gruñí. Mi vista voló al berserker —Tayen, Tayen soy yo, Tala.

—olvídalo, es inútil —dijo con fastidio. —así como lo vez, es un robot que solo responde a su amo —se señaló con una sonrisa —yo.

—déjalo ir —supliqué, ella negó.

—seguiré con mi monólogo sino te interesa —fingió pensar —¿En dónde me quedé? ¡ah si! Entonces, descubrí que no solo podía controlar a los berserkers, —se acercó a Scott —también crearlos. Me llaman la loba, la mujer de los huesos. Te dejé salir porque tenía que poner a prueba tu lealtad —miró a mi chico —¿Sabías que Scott se hizo alfa sin tener que matar a nadie? Ha pasado por mucho y no ha tenido que matar. Creo que es hora de que cambiemos eso.