Capítulo ciento cuatro "New york"

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Scott habló con Derek temprano en la mañana, y él se ofreció a prestarnos un departamento que tenía en Nueva York. Un poco más tarde, Stiles llegó para llevarnos a casa y así empacar para irnos.

Mientras empacaba nuestras cosas, Melody entró en la habitación, sus ojos llenos de curiosidad y preocupación.

—¿Por qué estamos empacando? ¿Nos vamos a mudar con papá? —preguntó, mirando a su alrededor con confusión.

Me arrodillé a su altura y le tomé las manos. —No, cariño. No nos estamos mudando con papá. Vamos a irnos por un tiempo para estar seguras.

Melody frunció el ceño, negando con la cabeza.—No quiero irme. No quiero dejarte, papá —dijo, sus ojos llenándose de lágrimas.

Scott apretó suavemente las manos de Melody, buscando las palabras adecuadas.—Lo sé, Melody. Pero tienes que entender que tu seguridad es lo más importante para nosotros. Derek nos ha ofrecido su departamento en Nueva York. Estarás con mamá y estarás a salvo.

—¿Y qué hay de ti? —preguntó Melody, su voz temblorosa—. No quiero que te hagan daño. Tú también importas, papá.

Scott sintió un nudo en la garganta al ver la preocupación en los ojos de su hija. Le dio un apretón suave a sus manos, sonriendo con ternura.

—Tú importas mucho más, Melody. Eres mi melodía, mi luz. Pero debo quedarme aquí para asegurarme de que todo esté bien y de que tú y mamá estén seguras. Es mi trabajo protegerte, incluso si eso significa que tenemos que estar separados por un tiempo.

Las lágrimas comenzaron a rodar por las mejillas de Melody. Se lanzó a los brazos de Scott, aferrándose a él como si su vida dependiera de ello.

—No quiero que te pase nada malo, papá. ¿Qué haríamos mamá y yo sin ti? —sollozó.

El castaño acarició su cabello, su propio corazón rompiéndose un poco más con cada lágrima de su hija.—No te preocupes, Melody. Soy fuerte, y tengo a tus tíos y amigos para ayudarme. Lo más importante es que tú estés a salvo. Prometo que haremos todo lo posible para que esto termine pronto y puedas volver.

Con lágrimas en los ojos, abracé a ambos. La sensación de pérdida y miedo era palpable, pero también lo era el amor y la determinación.

—Estaremos juntas, mi amor —dije, tratando de infundirle valor—. Y tu papá estará bien. Volveremos antes de que te des cuenta.

Melody asintió lentamente, limpiándose las lágrimas con el dorso de la mano.

—Está bien, pero prométeme que te cuidarás, papá —dijo, mirando a Scott con seriedad—. Prométeme que estarás bien.

Él sonrió y le dio un beso en la frente.—Te lo prometo, Melody. Nos veremos pronto, y cuando volvamos a estar juntos, todo será mejor. Te amo más de lo que puedes imaginar.

—Yo también te amo, papá —respondió Melody, abrazándolo con fuerza una vez más. —hasta la luna y de vuelta. —me miró un poco más tranquila —¿Cuándo nos vamos?

—en una hora —respondí afligida.

Sus ojos se llenaron de lágrimas otra vez —¡no me quiero ir ahora! ¡no estoy lista!

—te prometo que no será por mucho —dijo Scott tratando de tranquilizarla. La niña lo volvió a abrazar escondiéndose en su cuello —no llores, mi amor —acarició su cabello suavemente.

Una vez tuvimos los bolsos listos, Stiles junto con Liam y Lydia, ya que Kira estaba con su mamá en el Palo Alto y Malia aun estaba enojada con nosotros por ocultarle su verdadero nombre, nos llevaron al aeropuerto en el jeep.

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