Finalmente Scott decidió tatuarse por lo que Stiles lo acompañó a un salón a hacérselo y yo tuve que venir porque mi hermano no es muy fuerte ante una aguja, menos aún con sangre cerca, así que no sería de mucha ayuda, por lo que yo me encargaría de apoyar a nuestro amigo.
—¿Estás seguro de esto? Estás cosas son permanentes.
—no cambiaré de parecer —le aseguró.
—¿Qué vas a tatuarte? —pregunté observando al castaño, quién sólo tenía puesta una musculosa que dejaba libre sus brazos.
—son...dos bandas—explicó. —el emblema de mi manada.
—cool —sonreí.
—es horrible, ¿Por qué no te tatuas un gatito? —le mostró un diseño de Hello Kitty.
—por favor Stiles —reí —¡ya déjalo!
—¿Estás listo? —el tatuador sacó la máquina, el lobo asintió —¿Dónde lo quieres?
—en mi brazo izquierdo —señaló.
—no tienes problemas con las agujas ¿no?
—nop —hizo una mueca, lo conocía tan bien que sabía que era de puros nervios.
Prendió la máquina y en cuanto Stiles la vió se desmayó.
—oye, tranquilo, yo estoy aquí —tomé su mano libre.
—gracias—sonrió, sentí un cosquilleo en nuestro punto de contacto, que no pude ignorar.
—sigue vivo ¿Verdad? —ambos volteamos hacia el castaño aún en el suelo.
—yo espero que sí —reí.
Cuando el tatuaje quedó terminado y el tatuador le indicó los cuidados, nos retiramos, claro que para ese punto mi mellizos recobró la consciencia.
—odio ese tatuaje —gruñó cuando estuvimos en el jeep.
—no lo sé, a mi me parece...sexy —opiné.
—tienes novio —me recordó Stiles.
—lo sé, pero también tengo ojos...si quieres miento —me encogí de hombros.
—lo repito, deja de coquetear con todos los hombres de Beacon Hills.
—no estoy coqueteando con Scott —me defendí.
—chicos...
—¿Estás bien? —preguntó mi hermano.
—no lo sé...sé siente raro.
—es obvio, te apuñalaron la piel con veinte agujas —dramatizó el castaño.
—pero no creo que deba sentirse así. —hizo una mueca de dolor —¡Dios! No debería sentir esto, tengo que quitarme esto.
—no,no,no por favor —suplicó Stiles.
—tengo que quitarme esto —descubrió su tatuaje el cual comenzaba a desaparecer.
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AMHES
Fiksi PenggemarDos adolescentes, sin saberlo, comparten un vínculo trascendental: en una vida pasada, fueron amantes y padres de la diosa de los lobos, Ahmes. A medida que el destino los empuja a revivir esa conexión en la época actual, descubren sus roles divinos...