Capítulo cincuenta y seis "Flores Amarillas"

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—oye, Bella durmiente —oí a mi hermano.

—déjame en paz —gruñí tratando de volver a dormir.

—tu príncipe está esperándote.

—¡ya me levanté! —exclamé sentándome de sopetón.

Salí de la cama y me encerré en el baño, al poco tiempo salí para terminar de arreglarme.

—¿No vas a desayunar? —preguntó Stiles cuando me vio dirigirme directo a la sala.

—comeré algo en la escuela.

—okay —se encogió de hombros.

Cuando entré al living me encontré a Scott con un ramo de flores amarillas en una de sus manos.

—hola amor —sonreí.

—hola —me devolvió el gesto, tenía un brillo especial en sus ojos que me encantaba. —son para ti —extendió el ramo en mi dirección, lo tomé al tiempo que besaba sus labios.

—gracias —sentí el aroma de las flores —¡me encantan!, las pondré en agua.

Fui a la cocina y coloqué el ramo en un florero, lo llené con agua y regresé con Scott.

—¿Vamos?

—si —tomé su mano para luego dirigirnos a la salida.

Llegamos a la escuela y fui directo a mi casillero por algunas cosas que necesitaba, cuando lo estaba por abrir tuve un pequeño mareo y una voz en mi mente apareció "Ella está en camino".
Fruncí el ceño, no entendía a quién se refería, preferí no pensar en ello.

—hola Annah —Lydia en los casilleros de junto. —¿Cómo estás?

—bien —sonreí —Scott me regaló flores amarillas.

—¿Amarillas? —sus ojos se abrieron desmesuradamente.

—si ¿por qué? —pregunté preocupada —me pareció un lindo gesto, ¿Es malo?

—Annah, si te regaló flores amarillas significa que te quiere para toda la vida. —sonrió.

—solté una pequeña risa —¿En serio? —asintió —ya vengo.

Corrí por toda la escuela en busca de cierto castaño, cuando lo hallé estaba por entrar al salón de Historia.

—¡Scott! —volteó en el preciso momento en que saltaba a sus brazos cosa que lo tomó de sorpresa por lo que acabó en el piso conmigo sobre él. —¡te amo! —besé sus labios.

—¿Y eso? —preguntó desconcertado —digo, no es que no me gustará pero...¿por qué?

—Las flores —le recordé —son amarillas.

—ajá —hizo una mueca de confusión — sigo sin entender.

—significa que me quieres para toda la vida.

—¡por supuesto que sí! —exclamó —por eso te las regalé —pasó un mechón de mi cabello que estorbaba detrás de mí oreja.

—Señorita Stilinski, señor McCall ¿Les parece que es apropiado? —la maestra llegó encontrándonos aún en el piso en una pose muy comprometedora.

—ah, lo siento —me puse en pie y ayudé a Scott a levantarse para luego entrar al salón.

[...]

—modismos, analogías, metáforas y símiles —dijo la maestra mientra caminaba por el salón.

Mientras escuchaba me encontraba dibujando en mi cuadernillo parecía ser un árbol pero solo las ramas y el trono, además de la frase "Ella está en camino" repetidas veces.

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