Capítulo ochenta y seis "Oak Creek"

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Pov Scott:

La puerta de mi casa es tocada con insistencia, así que me acerqué y abrí. La persona que estaba allí era la última que esperaba ver en mi casa.

—¿Qué haces aquí?

—sé que te importa un bledo en este momento pero, es la hermana de tu amigo así que...—fruncí el ceño.

—¿Te refieres a Hannah? —asintió —¿Qué hay con ella?

—desapareció.

Sentí como si un balde de agua fría chocará contra mi cuerpo, después de todo parte de mí se arrepentía de dejarla ir pero la otra parte me impedía pensar con claridad para arreglar las cosas, me sentía muy dolido por lo que hizo pero, esto no quita que ella me importe porque lo hace y mucho.

—¿Cuándo? ¿Dónde? —lo dejé pasar.

—fue hace menos de treinta minutos y en su casa, ella fue por un abrigo a su habitación —explicó —la oí hablar con alguien, creí que hablaba por celular pero se comenzó a tardar y cuando fui a ver...ya no estaba.

—espera...¿Qué hacías en su casa? —sentí molestia al saber esa pequeña información.

—¿Qué? ¿Te pusiste celoso? —soltó una pequeña risa seca —tu la botaste —me recordó —ya no debería importarte con quién pasa el tiempo.

—eso no es de tu incumbencia. —gruñí —y no respondiste mi pregunta.

—le hacía compañía, ella está devastada y yo solo quería animarla —sonrió —la pasamos muy bien, la verdad.

—solté un pequeño rugido al tiempo que lo tomaba por el cuello de su chaqueta y lo empotraba contra la pared con furia brillando mis ojos —¡no me provoques! Tú y yo sabemos que eres un gusano asqueroso, solo fuiste con ella para aprovecharte —lo separé de la pared y lo volví a golpear otra vez con la misma —ella no está interesada en ti ¡superalo!

—si, lo sé —forcejeó —está interesado en el idiota alfa verdadero que le rompió el corazón.

—¿Acaso buscas que te mate?

—no eres capaz de llevarte una vida, McCall —rió —¿A quién quieres engañar?

—soy muy capaz —lo solté con una mano, la cual alcé mostrando mis garras —solo tengo que —la acerqué a su pecho —¡y listo!

—te convertirías en un monstruo...como Peter y Hannah dejaría de interesarse en ti —me dio donde más me dolía.

Lo solté bruscamente —lárgate, yo me encargaré de buscar a Hannah.

—lo haré —se paró y se dirigió hacia la puerta, pero antes de irse me volteó a ver —me enteré de algo curioso hoy —sonrió —no estoy destinado a Hannah...estoy destinado a tu hija, McCall —me miró burlón —¿Debo llamarte suegrito, ahora?

Tomé lo primero que vi y se lo lancé con fuerza —¡sobre mi maldito cadáver!

Pov Hannah:

Abrí los ojos y lo primero que vi fue el cabello pelifresa de Lydia ¿Qué había pasado? ¿En dónde estaba?

—¿Annah? ¡Oh! ¡gracias a Dios que estas bien!

—¿Lydia, qué pasó? —inquirí acomodandome contra la pared del estrecho pasillo.

—el nogitsune, nos secuestró.

De repente recordé todo lo que había pasado, la charla en mi habitación antes de que desmayara.

—ya recuerdo —asentí.

Un sentimiento de tristeza, dolor y caos me envolvió al punto en que apenas me dejaba respirar, sentía la garganta hecha un nudo y una presión fuerte en mi pecho.

—tengo un mal presentimiento —admitió mi amiga.

—si, yo igual —miré a mi alrededor —yo igual.

Estuvimos en aquel lugar caminando de un lado a otro sin encontrar la comodidad.

—¿Tú también escuchas las voces?

—no, pero siento todo lo que pasó aquí, el dolor, el caos, la tristeza...—expliqué.

—esos gritos —miró detrás de mí.

—¿los escuchas? —el nogitsune se acercó a Lydia desde la entrada del lugar —es más fuerte de lo usual ¿o no? Bueno eso es porque muchas cosas malas pasaron en este lugar.

Corrió hacía donde yo estaba y nos abrazamos tratando de retroceder lo más posible.

—¿Qué te dicen las voces? Te dicen que Stiles se está muriendo —vi la cara burlona observándome directamente a mí —lo siento Hannah pero, es cierto, ¡está muriendo!

—no, no es verdad —negué.

—no lo escuches —dijo Lydia tirando de mí para seguir alejándonos pues él se acercaba más y más a nosotros.

—¿Entonces para que nos necesitas? —grité. —¿Crees que Lydia puede decirte algo...o yo?

Llegamos hasta unas rejas pero estaban completamente cerradas y no teníamos a donde ir, estábamos atrapadas.

Se rió —si que pueden.

—¡¡¡No vamos a decirte nada!!! —gritó la banshee.

—no será necesario —él estaba justo frente a nosotras. —vas a gritarlo —miró a la pelifresa.

Lydia gritó fuerte, tuve que tapar mis oídos porque literalmente la tenía junto a mí y me estaba aturdiendo.

—déjanos ir —dije cuando todo se calmó.

—lo siento, no se puede —hizo una mueca.

—¡¿Qué rayos quieres de mi?!

—bueno, eres mi alimento, Hannah —admitió —tienes tanto dolor exquisito dentro de ti —se relamió los labios —eres como una paleta cubierta de abundante chocolate. —tomó mi mano pero brucasmente tiré chocando contra la reja. —no debiste hacer eso —llevó una mano a mi vientre, un dolor horrible se esparció dentro de mí, un rugido potente salió de mis labios al tiempo que caí de rodillas.

Lydia me abrazó —nos encontrarán, nuestros amigos van a encontrarnos —murmuró tratando de tranquilizarse a sí misma.

—¿Eso crees? —el nogitsune se sentó en lo alto de las escaleras y nos miró —yo mismo me preguntaba que estaban haciendo ahora.

Comencé a perder la conciencia, no quería caer en ella pero los ojos cada vez me pesaban más.

—Hannah no te duermas —dijo mi amiga moviéndome.

—tengo mucho sueño —murmuré.

—por favor.

—ella no se ve bien —comentó el nogitsune —lástima, esa bebé tenía potencial.

—si algo le pasa a la bebé, Scott no dudará en matarte.

—nah, no creo que pueda —se encogió de hombros.

—quizás no sólo, pero con Stiles, el sheriff, Derek Hale, Robbie Hale, Chris Argent, Allison Argent, Kira...con ellos si podrá vencerte. —opinó.

—no es fácil matar a un nogitsune —me miró —¡oh! Dulces sueños Hannah —movió la mano como despedida justo en el momento en que me deja vencer por la oscuridad.

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