Capítulo 17: Rory Ardlay II

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Edimburgo, 1850

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Edimburgo, 1850

Rory estaba esperando impaciente por el caballero que le había demandado una pieza junto con otras damas más veteranas. Sentada en una de las sillas dispuestas cerca de la pista de baile, intentaba disimular sus sentimientos mientras respondía con comentarios insulsos a las observaciones superficiales de las mujeres sobre los atuendos de los bailarines que evolucionaban sobre la inmensa pista de baile de aquel majestuoso palacio. Se había apostado en una posición estratégica, cerca de sus padres y lo suficientemente lejos de miradas indiscretas. Desde allí podía observar a los integrantes de la orquesta y evitar ser molestada por otros jóvenes ansiosos por ganar sus favores.

Miró su carnet de baile y se dio cuenta con el corazón en un puño de que la pieza comprometida con Jamie Bruce de Annandale era la siguiente en ser interpretada. Aguardaba con ansiedad que su pareja de baile se aproximara a ella y la sacara a bailar aquel vals que tanto le gustaba.

De pronto, lo vio  al fondo hablando con una chica hermosa y sintió quemazón y celos. Preguntó a la dama que se sentaba cerca de ella y le susurró:

—Se trata de la heredera Poppy Seymour. Su familia está emparentada con la realeza...

Rory sintió una punzada de aprensión en el corazón. No tenía nada que hacer en cuanto a belleza y distinción. A su lado se sentía muy poca cosa. Su porte ya era de por sí impresionante y tenía que reconocer que hacían una bella pareja. Ocultó su turbación tras el abanico e intentó pensar en otra cosa.

Cuando la música empezó a sonar el joven que le había robado los pensamientos se acercó a ella ante la expresión impasible de sus padres que observaron discretamente la escena.

—Me había prometido este baile ¿ Recuerda?—le dijo mirándola intensamente.

—Sí, por supuesto...—dijo levantándose precipitadamente, consciente del poder que aquellos ojos ejercían sobre ella.

El joven la observaba con la diversión escrita en su atractivo rostro.

—Bien, pues vayamos a la pista, milady—Sugirió ofreciéndole su brazo.

Murmullos se abrieron a su paso, bocas tapadas con abanicos, ojos llenos de malicia y envidia la torturaron por un instante. Rory sentía esos puñales en la espalda pero no podía pensar en otra cosa que no fuera estar en los brazos de aquel joven.

La pareja se fue deslizando por la pista de baile con agilidad y se olvidaron de todo en aquel momento. Rory sentía cómo sus pies se movían como por voluntad propia, sintió cómo su cuerpo se sincronizaba con el del Joven Jamie y cómo el corazón le latía violentamente en el pecho cuando sus dedos se rozaban. Se sentía desfallecer de felicidad.

— Está disfrutando de esta maravillosa pieza ¿No es cierto?—Inquirió Jamie, sintiendo que podría estar bailando durante toda la noche con aquella  salvaje mujer que parecía destilar fuego por sus venas.

Esmeraldas bajo un cielo sin nubes [Libro 2 ] Tu destino: Mi suerte  [Libro 3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora