Capítulo 41: Del desamor y otras desventuras

306 34 11
                                    


Annie apretó los puños en cuanto se dio cuenta de que los ojos de Archie se iban tras Marnie y Candy

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Annie apretó los puños en cuanto se dio cuenta de que los ojos de Archie se iban tras Marnie y Candy. No paraba de mirar hacia el roble del jardín bajo el que ellas hablaban. 

El jardín de Priscilla Ardlay empezaba a florecer y las hermosas rosas que la madre de Albert había plantado hacía décadas perfumaban el aire de la tarde. Las nubes evolucionaban en el cielo y habían tomado un color grisáceo que auguraba tormenta. 

—Mírame, Archie...por favor. No puedo esperar más a que te decidas.— Le exigió tras estar aguantando su frustración.

Pero el joven parecía ajeno a los sentimientos de su prometida quien a su vez, había cogido la mano de Patty para infundirse valor. 

—¿A que me decida? ¿A qué te refieres Annie?— Inquirió Archie bajando la voz. 

Patty la animó con la mirada y Annie soltó la mano de su amiga decidida a encararse con el hombre que la estaba haciendo sufrir con su indiferencia.

—¿Acaso no es evidente? —Pregunto ofuscada.

Archie sonrió nerviosamente al saberse el centro de atención en aquellos tensos momentos. 

—No sé lo que quieres decir...— Afirmó encogiéndose de hombros y devorando con deleite un sabroso pastel de nata. 

Aquello fue el colmo para la joven. 

—¡No lo soporto más!— Exclamó Annie tirando la servilleta en medio de la mesa ante la mirada atónita de todo el mundo. 

La joven echó a correr hacia la escalera  después de abrir la puerta de la vidriera que daba al jardín y subió como una exhalación hasta el cuarto de invitados que le había sido asignado.

Sentía el corazón martilleándole en el pecho y un agudo dolor que la impedía respirar con fluidez. Las piernas le flaqueaban y sentía que se iba a desmayar de un momento a otro. El sufrimiento por el desengaño que sentía era atroz. 

"No me ama...estoy segura de que no me ama. Si sintiera la mínima parte de lo que yo siento por él ya habríamos celebrado la fiesta de compromiso..." se dijo mirando con los ojos llenos de lágrimas el enorme solitario de brillantes que él le había regalado y que aún lucía en su dedo anular. 

Intentó sacárselo sin éxito y luego se tiró  encima de la cama mientras dejaba salir de su interior todo el dolor y la frustración que  sentía. Estaba claro que Archie se sentía atraído por Marnie, lo mismo que por Candy. 

"¿Por qué es incapaz de amarme? Yo me he pasado toda mi vida adorándolo, consintiéndolo y apoyándolo en los peores momentos. Cuando desapareció Stear, yo sequé sus lágrimas; cuando sufría por Candy yo le consolaba en silencio aún sabiendo que su corazón no me pertenecía...Solo mantenía la esperanza, el anhelo de que la olvidara, de que se fijara en mí. Siempre estuve para él y ahora me doy cuenta de que me he comportado como una ingenua. Siempre pensé que nunca iba a poder renunciar a él, pero ahora me doy cuenta de mi error..." pensó mientras dejaba que las lágrimas fluyeran por sus mejillas. 

Esmeraldas bajo un cielo sin nubes [Libro 2 ] Tu destino: Mi suerte  [Libro 3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora