Capítulo 48: Confesiones

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Marnie observó con curiosidad lo que estaba ocurriendo incapaz de ubicarse

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Marnie observó con curiosidad lo que estaba ocurriendo incapaz de ubicarse. Se sentía fuera de lugar tras ver cómo Candy se hacía dueña de la situación.

-Perdona, Marnie...- Le había dicho tras ir a hablar con una congestionada Patty.

-No te preocupes.

Luego vio cómo Millie se acercaba a ella caminando lo rápido que le dejaba la falda de su vestido. Estaba pálida.

-Marnie...Marnie...ha sido algo tremendo. Pobre Archie...-Dijo con la respiración agitada.

-¿Qué ha sucedido exactamente?-Inquirió la joven intrigada.

Millie tomó aliento y después la miró con gravedad. Sus ojos violetas estaban dilatados por la sorpresa y también había cierta satisfacción que ocultaba tras el tono afligido de su voz amable.

-Annie le ha montado una escena tremenda a su prometido. Patty y yo nos hemos sentido tan mortificadas en ese momento, que solo hemos podido mirar. Luego Archie ha intentado hablar con ella y después se ha encerrado para poder beber a solas, según nos ha dicho su hermano. Me parece que no se lo ha tomado muy bien, el pobre.

Marnie elevó las cejas algo sorprendida.

-Así que ¿han roto...?- Inquirió tratando de que el tono de su voz no revelase la verdadera naturaleza de sus sentimientos.

Millie suspiró.

-Eso parece...

Marnie vio que Candy conversaba con Patty y con Stair. Su cara pálida delataba su preocupación. Y la joven se sintió culpable de celebrar que Archie se libraba de una arpía.

Y luego observó con atención que las dos amigas iban en busca de Annie. Dedujo que la joven novia desilusionada seguro estaba en su habitación montando una tragedia griega.

"Damita mimada y consentida..." pensó Marnie al imaginar a la amiga de Candy en plena pataleta emocional.

Marnie se llevó un tirabuzón frambuesa detrás de la oreja y pensó que quizá era lo mejor para Archie. Había notado cómo la miraba y comprendía que Annie Brighton estuviera celosa, pero ella solo pensaba en los ojos de su príncipe venido del otro lado del mar.

"Stephan ¿qué estás haciendo ahora mismo...? Ojalá volvamos a vernos..." pensó sintiendo que sus mejillas pecosas ardían.

Domi y Stair se acercaron a las muchachas para intentar compensar aquel mal momento en los ánimos de todos.

-Lo siento, chicas. La tarde no ha terminado como pensábamos...Esta merienda ha sido un fracaso.

-¿Cómo está Archie...?

-Me parece que no quiere hablar del asunto y no lo puedo culpar. Ella lo ha dejado: así de simple. -Dijo Stair mientras se servía una limonada. -A veces es mejor romper antes de que las cosas vayan a peor...No es bueno continuar cuando hay fisuras.-Añadió tras bebérsela de un trago.

Esmeraldas bajo un cielo sin nubes [Libro 2 ] Tu destino: Mi suerte  [Libro 3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora