Marnie no había visto en su vida nada tan imponente. Era una mansión de estilo Eduardiano asentada en un terreno llano y rodeada de un impresionante jardín. Tenía doble escalinata y los criados aguardaban a la entrada para recibir a los invitados, vestidos con la librea de gala.
Estaba en una recepción por todo lo alto y ella no sabía cómo comportarse. Bajó intimidada la cabeza y miró hacia sus botas nuevas. Tenía muy poco equipaje en la bolsa de viaje que abrazaba sintiéndose incómoda, poca cosa ¿qué hacía allí? se había dejado convencer por Stephan y ahora que su jefa la quería conocer en persona se sentía atrapada.
"En buena hora, Marnie. Este no es tu mundo, deberías haber sido más sensata" pensaba mientras observaba a los Cornwell que en cambio, parecían cada vez más entusiasmados.
—No te preocupes, Marnie. Verás que este sitio es increíble y tiene todo lo necesario para agasajar como se merecen las damas como tú.—Dijo Archie sonriente.
Archie estaba más relajado ahora que no estaba Stephan.
Le parecía arrogante, aunque no tanto como Terence. Sin embargo, no podía evitar sentir cierta animosidad hacia él. Se había erigido en una especie de protector de Marnie, lo cual le llenaba de desconfianza. Pensaba que como la joven era pobre, quizá su interés no era real y buscaba entretenimiento antes de encontrar a una joven más acorde con su posición social.
"Yo te protegeré de buitres como estos, Marnie...Con nosotros estarás a salvo" pensaba Archie mientras la observaba con evidente admiración.
Aquel espíritu voluntarioso, la fuerza que percibía en ella era lo que más le atraía de ella.
Annie le parecía dulce, encantadora, siempre dispuesta...lo cual estaba bien. Sin embargo, no tenía nada que ver con lo que sentía en su corazón cada vez que hablaba con ella. Su risa franca y sincera hacía que Archie sintiera que se quemaba.
Había dado su palabra de que celebrarían la fiesta de compromiso pronto. Pero Archie empezaba a sentir serias dudas y sabía que no se estaba comportando como un caballero al alentar un enlace que le hacía cuestionarse si eso era lo que de verdad anhelaba. No quería condenar a Annie a un matrimonio desgraciado.
Miró a su hermano mayor.
Él también había estado enamorado de Candy, sin embargo ahora amaba a Patty. Ellos eran el uno para el otro, sin lugar a dudas.
Y sintió una envidia sana.
¿Por qué no podía simplemente dejarse amar por Annie? Ella anhelaba ser su esposa más que nada en el mundo y Archie lo sabía desde hacía mucho tiempo.
Quizá era su disponibilidad y su ansiedad por complacerlo, lo que hacía que Archie se sintiera agobiado.
"Oh...Annie. Espero que me perdones" pensó Archie mientras la observaba con atención. Tenía que admitir que era bella, tan dulce ...como quizá un pastel con demasiado azúcar.
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Esmeraldas bajo un cielo sin nubes [Libro 2 ] Tu destino: Mi suerte [Libro 3]
FanfictionLa tutela de Candice White Ardlay ha sido revocada por su tutor en favor de su padre biológico. Neal está buscando cobrarse su venganza y Arthur Mc Bride sigue obsesionado con destruir a su antiguo enemigo de la universidad. No sólo busca arruinar...