capítulo 1,11

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Las arrastró hasta debajo del tragaluz, donde la claridad era mayor. Cerca había, apiladas, unas mantas militares de color gris, desde luego muy polvorientas y rotas, pero plenamente aprovechables, bastian las cogió. Se quito el abrigo mojado y lo colgó junto al esqueleto en el ropero. El esqueleto se columpio un poco, pero a bastian no le daba miedo. Quizá por que estaba acostumbrado a ver en su casa cosas parecidas. Se quitó también las botas. En calcetines se sentó al estilo árabe sobre las colchonetas y, como un indio se echó las mantas grises por los hombros. Junto a él tenía su cartera... Y el libro de color de cobre.
  Penso que los otros, en la clase debían de estar dando precisamente lengua. Quiza tuvieran que escribir una redacción sobre algún tema aburridísimo.
  Bastian miro el libro
  <<me gustaría saber>>,se dijo <<que pasa realmente en un libro cuando está cerrado. Naturalmente, dentro hay solo letras impresas sobre el papel, pero sin embargo... Algo debe de pasar, porque cuando lo abro aparece de pronto una historia entera. Dentro hay personas que no conozco todavía, y todas las aventuras, hazañas y peleas posibles... Y a veces se producen tormentas en el mar o se llega a países o ciudades exóticos. Todo eso está en el libro de algún modo. Para vivirlo hay que leerlo, eso está claro. Pero está dentro ya antes. Me gustaria saber de que modo.>>
  Y de pronto sintió que el momento era casi solemne.
  Se sento derecho, cogió el libro, lo abrió por la primera página y
     Comenzó a leer

La historia interminable
 
 

la historia  sin finDonde viven las historias. Descúbrelo ahora