capítulo 1,4

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-¿y que?
-me llaman cosas. Me dan empujones y se rien de mi.
-¿Y tú te dejas?
El señor koreander miro al muchacho un momento con desaprobación y pregunto luego: - ¿y por qué no le partes la boca?
Bastian lo miro asombrado -No... no quiero. Además... no soy bueno boxeando.
-¿y que tal la lucha? -quiso saber el señor koreander-. Correr, nadar, fútbol, gimnasia... ¿no se te da nada de eso?
El muchacho dijo que no con la cabeza
-en otras palabras -dijo el señor koreander -,que eres un flojucho, ¿no?
Bastian encogió los hombros
- pero hablar si que sabes -dijo el señor koreander- ¿porque no le contestas cuando se meten contigo?
- ya lo hice una vez
- ¿y que paso?
-me metieron en un cacharro de basura y ataron la tapa. Estuve dos horas llamando hasta que me oyó alguien
-Mmm  -refunfuño el señor koreander- y ahora no te atreves
Bastian asintió.
-o sea -dedujo el señor koreander-, que ademas eres un gallina
Bastian bajo la cabeza
-y ademas un pelota también, ¿no? El mejor de la clase con todo sobresalientes, y enchufado con todos profesores, ¿verdad?
-No -dijo bastian conservando la vista baja -el año pasado se me cargaron
-¡santo cielo! -exclamó el señor koreander-. Una nulidad en toda la linea
Bastian no dijo nada. sólo siguió alli con los brazos colgantes y el abrigo chorreando
-¿que te llaman para burlarse de ti?
-no sé... Todo lo que les ocurre
-¿por ejemplo?
-¡gordo! ¡gordote! ¡sentado en un bote! Si el bote se hunde, el gordo se funde. ¡bueno está que abunde!

la historia  sin finDonde viven las historias. Descúbrelo ahora