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-fue la respuesta--. Sólo puedo mirar atrás y ver lo que ha ocurrido. Podía leerlo mientras lo escribía. Y lo sé porque lo leí. Y lo escribí porque sucedió. De esa forma, por mi mano, la historia interminable se escribe a sí misma.

-Entonces, ¿no sabes por qué he venido hasta ti?

-No -oyó decir ella a su voz oscura, mientras escribía-, y hubiera querido que no lo hicieras. Por mí todo se hace inalterable y definitivo... También tú, señora de los deseos, la de los ojos dorados. Este huevo es tu tumba y tu ataúd. Has entrado en la memoria de fantasía. ¿Cómo quieres salir otra vez de este lugar?

-Todo huevo -respondió ella- es el comienzo de una nueva vida.

-Es verdad -escribió y dijo el viejo -, pero sólo cuando se rompe su cáscara.

- Tú puedes abrirla -exclamó la emperatriz infantil-: me has dejado entrar.

El viejo negó con la cabeza y lo escribió.

-Fue tu fuerza la que lo hizo. Pero ahora que estás aquí ya no la tienes. Estamos encerrados para siempre. Realmente, ¡no hubieras debido venir! Este es el fin de tu historia interminable.

La emperatriz infantil sonrió, al parecer nada preocupada.

-Tú y yo -dijo- no podemos hacerlo ya. Pero hay alguien que que puede.

-crear un nuevo comienzo -escribió el viejo- sólo puede hacerlo una criatura humana.

-Si -contestó ella-, una criatura humana.

El viejo de la montaña errante levantó lentamente los ojos y, por primera vez, miró a la emperatriz infantil. Era como si aquella mirada llegase del otro extremo del universo, de tanta distancia y tanta oscuridad venía. Ella le correspondió con sus ojos dorados, sosteniéndole la mirada. Fue como una lucha silenciosa e inmóvil. Por fin, el viejo se inclinó otra vez sobre su libro y escribió:

-¡Respeta las fronteras, que también valen para ti!

-lo haré -respondió ella-, pero aquel de quien hablo y al que espero las ha traspasado hace tiempo. el lee ese libro en que escribes y se entera de de cada palabra que pronunciamos. por lo tanto, esta con nosotros.

-eso es verdad -oyó decir a la voz del viejo, mientras este escribía-: también el pertenece irrevocablemente a la historia interminable, porque es su propia historia.

-cuéntamela ordeno la emperatriz infantil -. tu que eres la memoria de fantasía, cuéntamela... desde el principio y palabra por palabra, tal como la has escrito

la mano del viejo que escribía comenzó a temblar.

-si hago eso, tendré que escribirlo todo otra vez. y lo que escribo sucederá de nuevo.

-Así debe ser -dijo la emperatriz infantil.

Bastian se inquieto.

que se proponía ella? tenia algo que ver con el. pero si hasta el viejo de la montaña errante empezaba a tembrarle la mano...

El viejo escribió y dijo:

<<si la historia interminable se contase a si misma seria solo un sofisma este mundo admirable.>>

y la emperatriz infantil respondió:

<<pero si el héroe llega y a nosotros se entrega, brotara una nueva vida de el depende su venida>>

-Eres totalmente terrible - dijo y escribió el viejo-:eso significa el final sin final. Entraremos en el circulo del eterno retorno. Y el no se puede escapar.

-Nosotros no -respondió ella, y su voz no era ya suave si no dura y clara como un diamante-, pro tampoco el... al menos que nos salve a todos.

-Realmente quieres dejarlo e manos de una criatura humana?

- si, quiero.

Y luego añadió en voz mas baja:

O es que tienes una idea mejor?

la historia  sin finDonde viven las historias. Descúbrelo ahora