capítulo 8 la voz del silencio

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Gozosamente se adentró Atreyu en el bosque de columnas que, a la clara luz decla luna, arrojaban sus sombras negras. Un silencio profundo lo rodeó y apenas oia sonido de sus propios pies descalzos. Ya no sabia quién era ni cómo se llamaba, como había llegado hasta allí ni qué  buscaba. Estaba lleno de asombro, pero no sentía preocupación alguna.

El suelo estaba cubierto por todas partes de mosaicos con adornos enigmáticamente intrincados o misteriosas escenas y dibujos.  Atreyu anduvo por él subió anchas escaleras, llego a amplias terrazas, bajo otra vez escaleras y recorrió una larga avenida de columnas de piedra. Las contempló una tras otra y le gustó que cada una estuviera decorada de una forma distinta y cubierta de distintos signos. De esa forma se fue alegando cada vez más  de la puerta sin llave.

Después de haber andado así quien sabe cuánto tiempo, percibió finalmente a lo lejos un sonido flotante y se quedo inmóvil escuchándolo. El sonido se acercó: era una voz que cantaba, muy bella y argentina y alta como la de un niño, pero que sonaba infinitamente triste e incluso parecía a veces sollozar. Aquella canción lastimera corria entre las columnas, veloz como una rafaga de viento, se inmovilizaba luego en cualquier lugar, subia y bajaba, se aproximaba y se iba, y a Atreyu le parecia como si describiera amplios Círculos.

No se movió y aguardó.

Poco a poco, los círculos que la voz trazaba en torno a Atreyu se hicieron más pequeños y él pudo comprender las palabras de la canción:

<<Todo una vez solamente acontece y una vez si deberá  suceder. Lejos, alli donde el campo florece, debo morir y desaparecer...>>

Atreyu se volvió, siguiendo a la voz que se aguitaba inquieta entre columnas, pero no ver a nadie.

- Quién eres? -gritó.

Y, como un eco, la voz volvió: -Quien eres?

Atreyu reflexionó

-Quién soy? -Murmuró-. No podría decirlo. Me parece que alguna vez si.lo he sabido. Pero, es tan importante? 

La voz cantarina respondió:

<<Si quieres hablarme en secreto, recita un poema completo. Aquello que no escucho en verso lo.entiendo de un modo diverso...>>

Atreyu no estaba muy acostumbrado a hacer rimas ni versos, y le pareció que la conversación iba a resultar un tanto difícil si la voz sólo podia entender lo que rimaba. Tuvo que cavilar un rato antes de producir esto:

<<En verso, si lo prefieres, quisiera saber quien eres.>>

E inmediatamente la voz respondió:

<<Quieres saber quién es quien? Yo te comprendo muy bien. >>

Y luego cantó, desde otra  dirección  distinta:

<<Gracias amigo, cuyo esfuerzo presencio. Bienvenido seas del modo más serio. Yo soy Uyulala, la voz del silencio, voz del palacio del profundo misterio. >>

Atreyu se dio cuenta de que la voz sonaba unas veces más fuerte y otras más debil, pero sin cesar nunca por completo. Hasta cuando no cantaba o hablaba él, frotaba siempre a su alrededor, en un tono constante.
Como el sonido se iba alejando lentamente, Atreyu corrió detrás y preguntó:

<<Dime, Uyulala, me oyes todavía? No puedo verte y bien me gustaría.>>

La voz le susurró al oidoal pasar.

<<Nunca ha ocurrido que alguien me viera.
Soy un latido siempre a la espera.>>

la historia  sin finDonde viven las historias. Descúbrelo ahora