Sus ojos eran grandes como charcos negros. Su hocico chorreaba fango y algas. Toda aquella montaña de cuerno
-Atreyu lo comprendió de pronto- era un único y monstruoso animal, una formidable tortuga de pantano: ¡la Vetusta morla!Entonces se oyó aquella voz jadeante y gorgoteante:
-Qué haces ahí, pequeño?
Atreyu cogio el amuleto de su pecho y lo sostuvo de forma que los ojos grandes como charcos de la tortuga pudieran verlo.
-Sabes qué es esto,morla?
Pasó un rato antes de que ella respondiera:
-Mira, vieja...AURYN... hacia tiempo que no lo veíamos, el signo de la emperatriz infantil... hacía tiempo.
-La emperatriz infantil está enferma -repuso Atreyu-. Lo sabías?
-Nos da lo mismo, no es cierto, vieja? -respondió la morla. Parecía hablar consigo misma de aquella forma peculiar, quizá porque no tenía a nadie con quien hablar, quien sabe desde hacía cuánto tiempo.
-Si no la salvamos morirá -añadió Atreyu más apremiantemente
-Bueno -respondió la morla.
-Y con ella se hundírá fantasía- exclamó Atreyu-. La aniquilación llega ya a todas partes. Yo mismo la he visto.
La morla lo miró fijamente con sus ojos enormes y vacíos.
-No tenemos nada en contra, verdad,vieja? -gorgoteó
-¡moriremos todos! -gritó Atreyu-. ¡Todos!
-mira, pequeño- respondió la morla-, que nos importa? Nada tiene importancia ya para nosotras. Todo da lo mismo, exactamente lo mismo.
-¡También tú serás aniquilada, morla! -Gritó Atreyu furioso-. ¡También tú! O es que crees que, por ser tan vieja, sobrevivirás a fantasía?
-Mira -gorgoteó la morla-: somos viejas, pequeño, demasiado viejas y hemos vivido bastante. Hemos vivido demasiado. Para quien sabe tanto como nosotras nada es importante ya. Todo se repite eternamente: el dia y la noche, el verano y el invierno..., el mundo está vacío y no tiene sentido. Todo se mueve en círculos. Lo que aparece debe desaparecer, y lo que nace debe morir. Todo pasa: el bien y el mal. La estupidez y la sabiduría, la belleza y la fealdad. Todo está vacío nada es verdad. Nada es importante.
Atreyu no supo qué responder. La mirada gigantesca, oscura y vacía de la Vetusta morla paralizaba su mente. Al cabo de un rato la oyó hablar de nuevo:
-Eres muy joven, pequeño. Nosotras somos viejas. Si fueras tan viejo como nosotras sabrías que no hay nada más que tristeza. Mira: por qué no hemos de morír tú, yo, la emperatriz infantil, todos, todos? Todo es sólo una apariencia un juego de la nada. Todo da exactamente lo mismo. Déjanos en paz, pequeño, y vete.
Atreyu recurrió a toda su fuerza de voluntad para contrarrestar el entumecimiento que le producía la mirada de la Vetusta morla.
-Si tanto sabes -dijo-, también sabrás en qué consiste la enfermedad de la emperatriz infantil y si hay para ella un remedio.
-Lo sabemos, verdad ,vieja? Lo sabemos -resolló la morla-, pero da lo mismo que ella se salve o no. Por lo tanto, por qué tendríamos que que decirtelo?
-Si realmente teda lo mismo -la apremió Atreyu-, también podrías decírmelo.
-Podríamos también, vieja, verdad? -Gruño la morla-. Pero no tenemos ganas.
-Entonces -exclamó Atreyu- no es verdad que todo te dé lo.mismo. ¡Ni siquiera tú crees lo que dices!
Durante mucho tiempo reinó el silencio, y luego Atreyu oyó unos gorgoteos y regüeldos profundos. Debian de ser una especie de risa, si es que la Vetusta morla podia reir todavía. En cualquier caso, dijo:
-Eres astuto, pequeño ¡vaya! Eres listo. Hacia tiempo que no nos divertiamos tanto, verdad, vieja? ¡Vaya! También podríamos decirtelo. No hay ninguna diferencia. Se lo decimos, vieja?
Hubo un largo silencio. Atreyu esperaba impaciente la respuesta de la morla , sin interrumpir con sus preguntas los lentos y desesperantes pensamientos de ella. Por fin, la tortuga siguió hablando:
-Tu vives poco, pequeño. Nosotras vivimos mucho. Demaciado. Pero los dos vivimos en el tiempo. Tú poco. Nosotras mucho. La emperatriz infantil existía ya antes que nosotras mucho. La emperatriz infantil existía ya antes que nosotras. Pero no es vieja. Ella es siempre joven. Mira: su existencia no se mide por tiempo, sino por nombres. Necesita un nombre nuevo. Sabes sus nombres pequeño?
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la historia sin fin
FantasyBastian Baltasar Bux es un chico tímido al que le encanta leer y tiene una portentosa imaginación. en un extraño libro averigua que el reino de fantasía esta en peligro y asombrado, lee que Bastian Baltasar Bux debe unirse a Atreyu, un vali...