18,2

23 2 3
                                        


Deseó que, tan pronto como sea posible, se presentará la oportunidad de demostrarselo a su amigo. Quizá mañana mismo. Por ejemplo, podría celebrarse un concurso de historias en Amarganz, en el que Bastian eclipsaria a todos con su imaginación.

Mejor sería aún que todo lo que contase resultase cierto! No había dicho Graógraman que fantasía era el país de las historias y, por eso, hasta lo que había ocurrido hacia mucho tiempo podía ocurrir otra vez si aparecía en una historia?

Atreyu se quedaría estupefacto!

Y, mientras se imaginaba la admiración asombrada de Atreyu, se quedó dormido.

Cuando á la mañana siguiente se sentaban en el salón de gala ante un opulento desayuno, Quérquobad el anciano de plata, dijo:

-Hemos decidido organizar hoy para nuestro huésped, el Salvador de fantasía, y su para su amigo, que nos lo trajo, una fiesta muy especial.Quizá no sepas, Bastian Baltasar Bux, que los amargancios,por una viejisima tradición, somos los cantores y cuentistas de fantasía. Nuestros niños son iniciados muy pronto en ese arte. Cuando se hacen mayores, deben viajar muchos años por todos los países y ejercer esa profesión para utilidad y provecho de todos. Por eso se nos acoge en todas partes con respecto y alegría. Sin embargo, nos preocupa una cosa : nuestro repertorio de canciones e historias  (para decir verdad ) no es muy grande. Y tenemos que repartimos ese poco entre muchos. No obstante, se dice ( no sé si con razón) que en tu mundo eras conocido por tu capacidad de inventar historias. Es cierto? 

-Si -dijo Bastian -. Hasta se han reído de mí por eso.

Quérquobad, el anciano de plata, enarcó asombrado las cejas.

Se han reído de ti porque sabías contar historias que nadie había oído nunca? Cómo es posible! Ninguno de nosotros es capaz de hacerlo y todos nosotros, yo y mis conciudadanos, te quedaríamos indeciblemente agradecidos si quisieras ofrecernos algunas historias nuevas. Nos ayudaras con tu talento?

-con mucho gusto! -respondió Bastian.
Después del desayuno salieron a la escalera del Palacio de Quérquobad, donde aguardaba ya Fujur.

Entretanto, en la plaza se habían congregado una gran multitud, pero esta vez pocos de los forasteros que habían venido a la ciudad para el torneo. En su mayor parte la multitud se componía de amargancios, hombres, mujeres y niños, todos ellos bien parecidos y de ojos azules y todos con elegante vestimenta de plata. La mayoría tenía instrumentos de cuerda hechos de plata, arpas, liras, guitarras o laúdes, con los que pensaban acompañar su representación, por que todos ellos tenian la esperanza de poder exhibir su arte ante Bastian y Atreyu.

Otra vez habían colocado sillones; Bastian tomó asiento en el centro entre Quérquobad y Atreyu. Fujur se colocó detrás.

Entonces Quérquobad dio una palmada y dijo en el silencio que se hizo:

-El gran autor va a complacer nuestros deseos. Nos va a contar historias nuevas. Por lo tanto, amigos, haced cuanto podáis para animarlo!

Todos los amargancios de la  plaza se inclinaron profundamente en silencio.  Luego se adelantó el primero y comenzó a recitar. Después de el vinieron otros y otros. Todos tenían voces hermosas y sonoras y lo hacían muy bien.

Las historias, poesías y canciones que presentaron eran emocionantes, alegres o también tristes, pero exigirian aquí demasiado espacio. Deben ser contadas en otra ocasión. En total fueron unas cien diferentes. Después comenzaron a repetirse. Los amargancios que intervenían no podian ofrecer más que lo que sus predecesores habían hecho ya oir. 

Sin embargo, Bastian estaba cada vez más excitado porque aguardaba el momento en el que tocaria a él. Su deseode la noche anterior se había cumplido al pie de la letra. Apenas podía soportar su propia impaciencia por que también todos sus demás deseos se cumplieran. Miro a Atreyu de soslayo,  pero éste se sentaba con expresión impasible y escuchaba. No podía apreciarse en él ninguna emoción

Y

Y

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
la historia  sin finDonde viven las historias. Descúbrelo ahora