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-Dónde esta ese edificio? -preguntó

-Te lo enseñaré -dijo Quérquobad y, volviéndose a la multitud, gritó-: venid todos! Quizá presenciemos hoy otras maravillas aún!

Una larga comitiva, a cuya cabeza iba el anciano de plata con Atreyu y Bastian, se puso en movimiento por las pasarelas que unían los barcos de plata y,  finalmente, se detuvo ante un gran edificio que se alzaba sobre un barco redondo y tenía la forma de una enorme caja de plata. Sus paredes exteriores eran lisas y sin adornos, y tampoco tenia ventanas. Solo había una gran puerta, pero  estaba cerrada.

En el centro de la hoja de la puerta, lisa y de plata, había una piedra en un engarce circular, que parecía un pedazo de cristal. Encima estaba la siguiente inscripción:

《Arrancado al cuerno del unicornio, me he apagado. Mantengo el porton cerrado hasta que mi luz despierte
Quien por mi nombre me llamé.
Cien años lo alumbraré
guiandolo en las tinieblas profundas
del Minroud de yor.
Mas si dijiera mi nombre otra vez
desde el final al principio,
despediria en un solo instante
La luz de cien años》

-Ninguno de nosotros -dijo Querquobad- ha podido interpretar esa inscripción. Ninguno de nosotros sabe lo que  significan las palabras el Minroud de yor. Ninguno ha descubierto hasta ahora el nombre de la piedra, aunque todos lo hemos intentado una y otra vez. Pero todos nosotros podemos utilizar únicamente nombres que ya existen en fantasía. Y como son los nombres de otras cosas, nadie ha podido hacer lucir la piedra, abriendo así la puerta. Podrías encontrar tú ese nombre, Bastian Baltasar Bux?

Se hizo un silencio profundo y expectante. Todos, amargancios y no amargancios contuvieron el aliento

-Al Thahir! -gritó Bastian.

En el mismo instante, la piedra se encendió de pronto, saltando directamente de su enganrce a la mano de Bastian. La puerta se abrió

Un 《Ah!》de asombró salio de mil gargantas.

Bastian, con la piedra luminosa en la mano, atravesó la puerta, seguido de Atreyu y de Quérquobad. Tras ellos se abrió paso la multitud.

La gran sala redonda estaba oscura y Bastian levantó en alto la piedra. Su luz era desde luego, mas clara que la de una vela, pero no bastaba para iluminar la estancia. Sólo se veía que, a lo largo de las paredes y hasta una altura de muchas plantas, habia había libros y más libros.

Se trageron lámparas y pronto estuvo iluminada la estancia entera. Entonces se vio que las estanterías de alrededor estaban divididas en diversos departamentos con rotulos indicadores. 《Historias divertidas》,por ejemplo 《Historias emocionantes 》 o《Historias serias》o 《Historias cortas》, y así sucesivamente.

En el centro de la redonda sala había en el suelo una gran inscripción que no podía pasar inadvertida:

BIBLIOTECA
DE LAS OBRAS COMPLETAS
DE BASTIAN BALTASAR BUX

Atreyu lo miraba todo con los ojos  muy abiertos. Estaba tan dominado por el asombro y la admiración que podían leerse sus emociones de una forma más que clara. Y Bastian se alegró de ello

-todo esto -preguntó Atreyu señalando con el dedo a su alrededor-, todo esto son historias que tú has inventado?

-si -dijo Bastian metiéndose a al Thahir en el bolsillo.

Atreyu lo miro desconcertado.

-Eso -reconocio- no lo puedo reconocer.

la historia  sin finDonde viven las historias. Descúbrelo ahora