Cabalgó dia y noche, con el ardor del sol y bajo la lluvia, a través de tormentas y tempestades. No vio nada ni consultó con nadie más.
Cuanto más avanzaba hacia el norte, tanto más oscuro se hacía. Un Crepúsculo gris de plomo, siempre igual, llenaba los dias. Por las noches, las auroras boreales iluminaban el cielo.
Una mañana, en cuya turbia luz el tiempo parecía haberse detenido, vio por fin, desde una colina, el pantano de la tristeza. Vapores de niebla flotaban sobre él y de ellos surgían bosquecillos de árboles cuyos troncos se abrían por abajo en cuatro, cinco o más zancos retorcidos, de forma que parecían grandes cangrejos, sostenidos sobre muchas patas en el agua negra. Del follaje pardo colgaban por doquier raices aéreas como tentáculos inmóviles era casi imposible saber dónde era firme el suelo entre las charcas y dónde consistía sólo en una alfombra de plantas acuáticas.Ãrtax resopló de suavemente de espanto.
-Si -respondío Atreyu-, hemos de encontrar la montaña de cuerno que está en medio de ese pantano.
Espoleó a Ãrtax y el caballito obedeció. Paso a paso, iba comprobando la firmeza del suelo y,de ese modo avanzaban lentamente. Finalmente, Atreyu desmontó y llevó a Ãrtax de las riendas. El caballo se hundió unas cuantas veces pero consiguio siempre salir. No obstante, cuanto más profundamente se adentraban en el pantano de la tristeza, tanto mas torpes se hacían sus movimientos. Dejaba colgar la cabeza y se limitaba a arrastrarse hacia adelante.
-Ãrtax -dijo Atreyu-: que te pasa?
-No lo sé, señor- respondió el animal-,creo que deberíamos volver. No tiene ningún sentido. Corremos tras algo que sólo has soñado. Pero no lo encontraremos. Quizá sea de todas formas demasiado tarde. Quiza haya muerto ya la emperatriz infantil y todo lo que hacemos sea absurdo. Vamos a volver, señor.
-Nunca me has hablado asi, Ãrtax-. Que te pasa? Estás enfermo?
-Es posible - contesto Ãrtax-. A cada paso que damos, la tristeza de mi corazón aumenta. Ya no tengo esperanzas, señor. Y me siento cansado, tan cansado... creo que no puedo más.
-¡Pero tenemos que seguir! -Exclamó Atreyu-. Vamos, Ãrtax
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la historia sin fin
FantasyBastian Baltasar Bux es un chico tímido al que le encanta leer y tiene una portentosa imaginación. en un extraño libro averigua que el reino de fantasía esta en peligro y asombrado, lee que Bastian Baltasar Bux debe unirse a Atreyu, un vali...