♡𝚅𝚎𝚛 𝚝𝚞 𝚂𝚘𝚗𝚛𝚒𝚜𝚊♡

3

—Eddy, estoy esperando un bebé tuyo.

Ranpo habla fuerte, con el objetivo de que el otro le escuchara claro.

Sin embargo, cuando las palabras por fin dejan sus labios, no solo Ranpo siente un peso partir de sus hombros. Poe, por su parte, siente como el nudo que venía creciendo e hinchándose en su garganta se desinfla, dejándolo a él, llorando, pero no por las razones que él llegó a pensar.

Empezando porque al parecer Ranpo no planea romper con él, pero en vez le notifica que dentro de él había algo, mejor dicho alguien y ese mismo era hijo suyo.

Y ese clavo que le ataba desapareció de un golpe y detona una chispa por todo su cuerpo que le hizo reaccionar.

—¿¡Un bebé?!—Sonó casi cómo un llanto, lleno de sorpresa, alivio, y...¿Alegría?

—Sí, querido, un bebé—Ranpo sonríe mientras alza su suave mano hacia la mejilla del otro.

Poe toma aire y no puede evitar dejar salir un suspiro de alivio  —Oh vaya, yo estaba seguro que ibas a romper conmigo.

Pasa sus dedos por su cabellera, removiendo un poco de los litros de súdor que surgieron por este largo periodo de tiempo con abundante estrés.

—Y esto... Es una inesperada noticia... Oh, vaya, ¿voy a ser papá?¡Ranpo, voy a ser papá!

Ranpo procesa el montón de cosas que Poe dijo en tan poco tiempo, pero al oír esa felicidad en el tono de su voz, olvida todo y sonríe. Ya no hay nada de lo que preocuparse. Iban a hacer esto juntos.

Edgar salta de emoción, abrazando a Ranpo, sosteniendo ese cuerpo que ahoracarga con su posesión más preciada. Karl está en el fondo de la sala aún cuestionando que rayos sucede.

—¡Sí, cariño!¡Seremos padres!— Ranpo se aferra fuerte y se apoya en la punta  de sus pies, simulando saltar mientras pega su cabeza en el pecho del otro.

Un tinte carmín resalta en su rostro tras tanta acción y emociones fue allí cuando llegó a la realización de que—

—Espera, no deberías estar saltando, eso le haría daño al bebé, ¿no?

Allí empezó.

Poe se detiene y mira abajo a esa cabellera puntiaguda de su novio. Este ríe con suavidad y le da un vistazo.

—Tengo como mucho una semana, tranquilo, ese bebé no es del tamaño de un fríjol siquiera.

Poe le sigue mirando, quedando unos segundos ellos dos pecho con pecho. Un  coloreado cubre la cara del otro. Ranpo acerca sus labios, haciendo que Poe se sonroje más. Esto les prov el fruto de una buena noticia. Ranpo aprovecha esto y se deja llevar. Él desliza sus manos por los costados de su rostro, sus yemas portan el amor que siente.

No puede evitar decir—

—Te amo.

Sabiendo que él otro siempre sentirá lo mismo.