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— Creí que la razón por la que estabas tan caliente era por el clima...

Decía Poe aferrado a la sábana de su cama, Ranpo le sostiene de la mano a un lado haciendo un puchero.

— Eddy, era más que evidente estaba resfriado.

—Lamento no ser un super detective, además tampoco te diste cuenta ayer que nos veía ese vigilante. — Replica Poe, ahora dejando caer el termómetro de abajo de su lengua, Ranpo lo atrapa aunque le mire de manera retadora por haber cuestionado sus habilidades de detective.

— Traeré el desayuno — Poe se sobresalta, Ranpo no logra ni cortar una manzana, menos usar la estufa. Él es 100% mente, 0% habilidad con las manos.

Ya lo había sorprendido cuando aprendió a manejar, tenía esperado que tardar varios meses, quizás un año, pero le tomó un mes. No cree con la gastronomía sea así...

— querido, lo pedí —reprocha con un tono terco — La cocina está en perfecto estado.

Ranpo regresa con una bandeja, en ella trae un bowl de sopa y un vaso que Poe asume que contiene té.

Este la recibe y la pone en su regazo y Ranpo sube a la cama desde el otro extremo — Caldo de pollo y arroz, llamé a Fukuzawa y me mandó té Matcha.

— Dile gracias de mi parte, aunque creía que estabas enojado con él.

Ranpo canturrea y asiente — Aún lo estoy, pero tengo que estar en su buen lado por unas semanas, necesitaré su ayuda.

— ¿Eh? — exclama Poe — ¿...Algo sucede?

Este niega con la cabeza y estuvo cerca a juntar sus labios con los de Ranpo cuando este último lo toma por los pómulos, pero lo rechaza apartándolo.

— Te pegaré la fiebre como lo hiciste tú ayer conmigo — dice — Te pones particularmente grosero cuando estás enfermo, no gracias.

—Hey...— rechista Ranpo — Ayer estaba enfermo y la pasamos bien.

— Ayer te desmayaste antes de alcanzar a ponerte incómodo por los síntomas — Reprocha, aún así, Ranpo hala su cachete y lo besa en esa zona.

El mayor toma la taza de té y toma un sorbo del líquido tan delicioso que su suegro prepara tan bien. Ranpo recuesta su cabeza en la cabecera de la cama y exhala.

— Cómo sea, por ahora debo estar en buenos términos con Fukuzawa, si no fuera así, no habría mandado té para que mi prometido no se muera.

Edgar se sobresalta y baja el té — Uno, Fukuzawa-san no es así, sí habría mandado el té aunque estuviera enojado contigo. Dos, no me voy a morir, una tonta fiebre no me matará, me aseguro de eso, en unas horas estaré mejor.

Ranpo tuerce la boca y recupera su teléfono del bolsillo de su pijama.

— Bueno, eso no es lo que tu jefe cree. Así que actúa como si te fueras a morir.

—¡¿Eh?!— Exclama Poe, por poco derramando su desayuno — ¿Qué sucede con Fitzgerald?

Ranpo sonríe y junta sus manos — Puede...que le haya dicho que tienes una fiebre originaria en China y es muy peligrosa. Pero se te pasará en diez días.

— ¿¡Que tengo qué?! —exclama alterado — ¿Ranpo, por qué harías eso?

— Múltiples razones, amor mío — dice sonriente, pero se trata de una sonrisa maquiavélica — Ahora actúa enfermo porque llamará en tres...dos...uno...

¡Ring!

El teléfono de Edgar vibra desde el interior de la mesa de noche.

—¡Edgar! No tienes idea de lo extraño que es que respondas a tu teléfono.

♡𝚅𝚎𝚛 𝚝𝚞 𝚂𝚘𝚗𝚛𝚒𝚜𝚊♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora