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— Estoy condenado a la desdicha definitivamente...

— Ed...

— Quiero morirme — lloró Poe estampando su cabeza contra la mesa de madera.

—¡No!

— ¡No, después dejaría a Ranpo-kun solo, Fukuzawa-san me mataría por segunda vez!

— ¡Eso eso! — dijeron las chicas en coro, mientras la mesera se levantó de su sitio, ahora sentándose al lado de su amigo — ¡Vive por el bebé!

— O los bebés...

— ¡Lucy! ¡No ayudas! — musitó la rubia, quien acariciaba el hombro ajeno — pero si es una posibilidad...

— De todas formas, no ayudas

Poe giró su rostro hacia el de Lucy, y le dio una amarga sonrisa — gracias chicas, realmente no me quiero morir, pero si estoy frustrado.

— ¿Por qué ese nombre? — preguntó curiosa una de ellas — no te pondrías así si fuera uno cualquiera — Poe hizo una pausa, dudando si decirlo

—...Es el nombre de mi madre adoptiva

Tanto Lucy como Louisa quedaron heladas, pero solo la anterior quedó en silencio.

— Que mala coincidencia que se llamara igual que la hija del señor Francis.

Louisa salió de su trance y la calló— Lucy, querida, ¡no ayudas!

— No, no, ella tiene razón — dijo levantando la cabeza el escritor — yo solo tengo una mala, pésima, horrible suerte.

— Vamos Ed, pensemos en algo... —sugirió la pelirroja, quien se levantaba ágilmente al sentir la mirada asesina de su jefe — ¡D-Denme un segundo nada más! ¡Ya regreso!

La chica tardó unos minutos alejada de ellos, pero regresó con los ojos resplandeciendo — ¡Lo tengo!

— Acepto cualquier oferta, estoy desesperado.

— El nombre de tu madre biológicaExclamó la joven, y el par enfrente de ella se miraron entre si, con ojos que ahora también brillaban.

(...)

— Es sobre mi habilidad..

Yosano dejó a un lado una libreta que antes tenía en mano, clara confusión en su rostro — ¿...Que hay con ella?

—Veras es qu — inició, antes de ser interrumpido por un estrujo proveniente de la entrada — ¿Puedes creer que esto sepa tan bien?

— Ranpo-san — exclamó la doctora —¿Eso es... queso?

— Sí, con helado — musitó, dando por hecho que los tan famosos antojos del embarazo ya habían llegado a él. Este prosiguió — Suficientes preguntas, señor sombrero elegante, hablabas sobre tu habilidad que no sirve.

Akiko dirigió su mirada a Chuuya, perpleja — ¿No sirve?

— No estaría aquí si fuera mentira —alegó el anterior.

Fue en ese entonces que la doctora le pidió que se recostara y se desabrochara su chaleco. Esta tocó y sintió con suave tacto su vientre, intentando no causarle incomodidad, a su lado estaba sentado Ranpo, quien disfrutaba de su recién descubierta comida favorita.

— ¿Sabes cuantas semanas llevas?— este negó, Chuuya llevó su vista hasta Ranpo — ¿Recuerdas el día que anuncié mi embarazo?

Yosano asintió.

— Dazai llegó más tarde que lo habitual, llevaba más vendas en el cuello, como si hubiese estado ocultando algo... ¿Chupones? ¿Mordeduras? Quién sabe si marcas de ahorcamiento, esos dos son unos sadomasoquis—comentó el detective, una vez más demostrando sus capacidades, no muy bien recibidas por el otro hombre.

♡𝚅𝚎𝚛 𝚝𝚞 𝚂𝚘𝚗𝚛𝚒𝚜𝚊♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora