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Ranpo se levantó de manera rápida de su asiento, tambaleó, pero Poe alcanzo a tomarle antes que pudiera caer. No obstante, el ojiverde lo dio por hecho y se alejó rumbo a donde recien llegaba la pareja Doble Negro.

Apesar de ello, al pasar por el lado de Atsushi, quien no sabía que había a su alrededor debido a su gran cargamento, chocaron, haciendo que parte de ese se abriera y regara.

Lucy alcanzó a percatarse, aunque no logró evitar el desastre. Ella se acercó al hombre en cinta, seguida por Edgar y Louisa. A su lado, el albino se disculpaba mil veces por segundo.

-¡R-Ranpo-kun!

-¿Está bien?

-¿Le duele algo, Ranpo-san?

El detective permanecía en silencio, como si pensara algo, dando el tiempo suficiente para que Atsushi recogiera parte del desastre que recorría el piso, pues empezaban a hacer una escena allí.

Fue hasta que el chico tomó una caja con queso y otra con helado, que Ranpo reaccionó.

-Poe-kun, paga esto, yo estoy bien-Los tres americanos le observaron confundidos, pero en silencio. Él arrebató las dos cajas de las manos de Atsushi y salió del local en cuestión de un pestañeo.

-¿De veras crees que está bien?

(...)

-¡Sacó toda mi ropa vieja para la sala, el otro día estaba intentando sacar la cama de la habitación de huéspedes, y esa misma noche de pié sobre el mesón intentando llegar al gabinete más alto, cuando él sabe que ahí no hay nada!

Louisa miraba a su pobre amigo de arriba a abajo, Lucy pensaba en algo que decir.

-No me quejo, pero me preocupa demasiado...

-Ed...-La rubia tomó de su mano, sus ojos señalando clara empatía.

-He investigado demasiado, y sé que su vientre va muy desarrollado para tener solo tres meses- El escritor exclamó, aferrándose más a la extremidad que ofrecía su amiga.

-Tú crees que...-Interpuso la mesera, tomando asiento, luego de lo anterior llegó a la conclusión de que sería una conversación larga.

Temerosamente asintió- ¡Ustedes pueden!

Intentaba alentar Alcott, Poe repitió su anterior gesto-Yo sé, no he dudado eso, creo.

-Por mí encantada de poder tejer más-sonrió Lucy, quien ahora recuesta su cabeza sobre el hombro ajeno.

-¿Han pensado en nombres?-Preguntó en un intento de subirle el ánimo a su amigo, él canturreó-Ranpo mencionó que mañana sabrán el sexo.

-Por ahora preferimos apodarle Kibi, pero si tenemos nombres de pila en mente.

-¿Y esos son...?

-Kichirou si es niño, Frances si es niña

Poe lo dijo alegremente, la idea de que ya pronto era hora de poder llamarle de nombre a su bebé calentaba su corazón. Por ello, le extrañó la expresión que ambas de sus amigas tenían ahora. Permanecieron en silencio.

-¿S-Sucede algo?¿Les parecen feos?

-¡No no!-negaron ambas simultáneamente. Y la preocupación en sus rostros seguían.

-Entonces...

-Creí que sabías esto pero...

-Scottie, la difunta hija del señor Fitzgerald.

-¿Qué con ella?

Louisa tomó aire, y apretó una vez más su mano-Se llamaba Frances Scott Fitzgerald...

Mierda

(...)

Chuuya ya estaba a punto de irse cuando ve a un familiar detective salir de la cafetería, con él llevaba dos cajas en mano. El pelirrojo arqueó una ceja.

-Señor sombrero elegante

-Detective

-¿No es algo riesgoso manejar en tu estado?-Interpuso Edogawa, Chuuya sonrió-¿No es riesgoso llevar tanto peso con tú solo, en tu estado?

-Touché-replicó, llegando ahora frente al ejecutivo, quien dejaba su casco sobre el asiento de su motocicleta.

-¿Quizás tu habilidad me podría colaborar?

Hizo ojos de ángel, pero Chuuya quedó en silencio, atónito. Se presenciaba maldiciendo todo lo que fuera posible.

Debe ser una maldita broma

No dejaba de cuestionar si es que este detective arrogante de veras lo sabía todo, o es si solo es su desquiciada mala suerte.

Exhaló- Hagamos esto, te ayudo con una de esas cajas hasta arriba y cierras el pico ¿De acuerdo?

Ranpo asintió y canturreó satisfecho, ahora dirigiendose a la entrada de la agencia, un terco Chuuya le seguía.

Resulta, pasa y acontece que el elevador se averió, y parece que Ranpo había deducido aquello, pues al descubrirlo no actúo sorprendido, a diferencia de Nakahara, quien más temprano que lo usual, estaba maldiciendo por tercera vez.

La escena de esos dos embarazados subiendo esas escaleras fue peculiar... En especial cuando Chuuya cayó en llanto al apenas llegar a la segunda planta.

(...)

Una vez alcanzaron el tercer piso,  Ranpo tomó sus cajas y dejó a Chuuya atrás.

Este tomo provecho que ya estaba allí y se dirigió a donde su mentora le había indicado que fuera en caso que tuviera alguna duda.

Chuuya golpeó la puerta del consultorio, era fría y dura, dudó si su llamado fuese a ser atendido,  pero en cuestión de segundos una voz le permitió entrar.

—Ran- Nakahara, Buenos días.—Saludó una mujer de orbes magenta, igual que su cabello que posaba un peculiar broche con forma de mariposa.

El pelirrojo asintió e hizo reverencia—Anee-san dijo que podía venir a ti en caso de algo.

— Ah, Kou-kun, sí sí ¿Qué sucede?—Chuuya arqueó la ceja ante el apodo, pero optó no cuestionar e ir directo al grano, exhaló.

—Es sobre mi habilidad..

Otra vez un capítulo aún más corto.

Manera pésima de empezar los capítulos escritos en mis vacaciones, lo sé, pero he enfermado por primera vez en mucho tiempo y el cuerpo y mente simplemente no me da. Di lo mejor de mí para publicar algo decente jeje.

Espero les haya gustado, no olviden votar y comentar, me ayuda mucho.

Les veo la próxima semana 👋🏻

♡𝚅𝚎𝚛 𝚝𝚞 𝚂𝚘𝚗𝚛𝚒𝚜𝚊♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora