41

1.8K 172 142
                                    

El templo es lindo; Está rodeado por hermosos árboles de sakura. Estos que debido a ser ya mediados del cuarto mes se encuentran en su máximo esplendor. Su color rosado hacen el día más brillante que lo que ya está.

Es esta una del par de vistas que Edgar adora tanto porque únicamente las puede presenciar en Japón.

¿Y la otra? Bueno, está sentada frente suyo embutiendo helado con salsa de queso en su boca, la comisura de sus labios están empatadas del último ingrediente.

Ranpo llevaba tiempo comiendo mientras veía el paisaje relajadamente, almenos hasta que el viento empezó a soplar, y este se enfrió, además de alborotar su cabello por todos lados.

Sacudió sus brazos de manera que el pelo no estuviera en sus ojos, y fue luego de eso que se percató de como le observaba. Frunció el ceño.

— ¿Qué miras? — cuestionó este, más agresivamente de lo esperado. Poe se enderezó.

— Tan solo admiro el paisaje...

Ranpo zumbó en voz alta cuando el más alto se acercó, pasando por encima de la mesa, el detective sintió la suciedad en su boca y permitió que Poe lo limpiara con una servilleta.

— Para rezar debes estar de mejor humor ¿No crees? — sugirió el anterior, y el menor abrió su boca en auge. Él asintió — Tienes razón, gracias.

— Tampoco es bueno para Kibi que estés amargado.

— Eddy, ya entendí, Kichirou podrá entender que me puse mal por dos minutos.

Poe volvió a sentarse — Claro cariño, no cabe duda que él es tan comprensivo como yo.

Un suspiro dejó sus labios, Ranpo suena cansado. Así ha sido por las últimas semanas. La parte inferior de sus párpados se ha oscurecido, si antes no abría sus ojos seguido ahora menos. Pero apesar de todo, con los malestares en demasía recurrentemente, se nota cuanto se está esforzando por ello. Poe le admira tanto.

No solo él, todas las mujeres y hombres que hacen esto también. Su mente es creativa, pero a sí mismo no se imagina capaz.

Lentamente, Ranpo subió su mirada y se percató lo divagado que estaba ya su pareja en el mar de sus pensamientos, no le agrada.

— Estás sobrepensando. Otra vez.

Poe se disculpó rápidamente, como si hubiera cometido un error, ya Ranpo le ha dicho varias veces que no es así. Era un acuerdo en el que se comprometían a comunicarse entre ellos. Y ya les había funcionado.

— Me pareces perfecto, Ranpo-kun, sobre eso pienso.

— Buen intento de adularme - dijo cruzado de brazos, Poe hizo un puchero — pero si es cierto. Eso pienso.

— ¿Ah si? ¿Qué más piensas? —Con aquello, Edgar figuró que preguntaba enserio, así que optó la versión completa. Inclinó su cabeza antes de hablar.

— Hablando ya muy en profundidad, me imagino como estaremos dentro de un año. Es...

—...Interesante- Completó Ranpo, Poe asintió sonriente - Mhm...

— Sin embargo...- hizo eco, porque debe haber un "sin embargo" si se trata de la mente de Allan.

— Sin embargo... Creo que podemos hacerlo.

El ojiverde sonrió de oreja a oreja, obsequiando una bella imagen a Poe, una que guardaría en su memoria por el resto de sus días. Ranpo está muy orgulloso, tanto para apuntar su índice hacia el cielo y alabarse — ¡Pues claro! Somos tú y yo, Ranpo y Poe, hasta el fin del mundo.

♡𝚅𝚎𝚛 𝚝𝚞 𝚂𝚘𝚗𝚛𝚒𝚜𝚊♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora