36

1.6K 196 58
                                    

Toma un cuarto de hora terminar el recado del presidente. Siendo considerado, este sugiere que se sienten luego de ver a Ranpo actuando de manera extraña.

— ¿Como te has sentido?-Pregunta, mientras mira frente suyo a la multitud deambulando.

— Bien. Si lo estoy haciendo bien, no sé.

Aquellas palabras resuenan en los oídos ajenos, queda asombrado.

— Honestamente, jamás te imaginé así — Comenta Fukuzawa, Ranpo gira a verle y aprieta sus labios.

— ¿Así cómo?¿Como bola por un bebé? — Responde juguetón y el presidente ríe un poco. Mueve su cabeza arriba y abajo, pero luego, a los lados.

— En realidad, eso tampoco lo esperaba, pero me refería más a tu seguridad.

Ranpo entreabre sus labios y ojos, gesto que no se ve todos los días. Sin embargo, permite que su jefe siguiera.

— Te noto más inseguro, pero quizás eso se deba a que por primera vez no depende todo de ti como lo era cada vez que actuabas — Añade — y cabe resaltar que tu cuerpo está siendo dominado por hormonas gran parte del tiempo.

Fue allí que Ranpo vuelve a cerrar sus ojos y labios, dejando a la vista una leve sonrisa visible para Yukichi.

—Qué sabio es, presidente — Alaba acompañado del movimiento de sus piernas de frente para atrás.

— Siento disentir, soy ignorante ante muchas cosas — Alza su rostro hacia el ajeno — Ya viste que no tengo idea sobre el cuerpo femenino y lo que se le asemeje.

Ranpo ni siquiera intenta contener sus carcajadas, lleva su mano derecha sobre su vientre de la risa.

— Yosano-sensei no está del todo errónea.

Comenta él, para luego ser visto como este pone cara de inconformidad, a la vez tensándose.

— ¿Estás bien? — Pregunta Yukichi, llevando su mano al hombro ajeno. Este niega con la cabeza — ¿Podríamos caminar un poco? Mis pies se congelan.

Fukuzawa se pone de pie y ayuda tendiendo su mano para que Ranpo pueda hacer lo mismo.

— Hace años pedirías todo menos eso. Aún puedo escuchar tus quejidos y reproches.

Este encoge sus hombres mientras los dos empiezan a caminar — ¿Cómo gira la vida, no? Es peculiar.

— ¿Sabes qué más es peculiar? — Ranpo canturrea en respuesta — Hace tiempo escuché que la tendencia al frío en los pies indicaba niño.

Ranpo se detiene, su corazón estrellado, y su mandíbula va abriéndose en sorpresa. Sus párpados hacen lo mismo.

— ¿Niño en que sentido?

— En el sentido que tú deduces — Replica Fukuzawa, con gusto bajando su mirada hacia él, puede dar vistazo a la cálida alegría que emana la expresión ajena. No obtiene respuesta, pero eso es porque su rostro habla más que mil palabras.

— Lo mismo sobre una panza caída, que parece asemejarse a la tuya.

El chico posa sus mejillas un poco rosas y sus puños apretados. Antes de que llegara a conclusiones erróneas, debe preguntar.

— ¿Entonces insinúas que mi bebé es un varón?

— Los viejos como yo conocemos hartos secretos como esos — Añade, sus manos cambian a sus costados.

— Presidente, definitivamente tienes ojos en todas partes — Dice en broma el menor, sacando sus dedos medio e índice y poniéndolos contra sus propios ojos y luego a los del mayor. Este sonríe leve.

♡𝚅𝚎𝚛 𝚝𝚞 𝚂𝚘𝚗𝚛𝚒𝚜𝚊♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora