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—¡Anee-san! Al fin llegas—exclamó aliviado saltando a abrazar a la mujer. Las hormonas ya estaban haciendo de las suyas al pelirrojo, a lo que la mayor no reprochó el afecto— la momia me quiere envenenar.

oye, estoy siendo un padre..— empezó el castaño, pero su mirada se topó con sus subordinados, causándole un asombro—...Responsable ¿Atsushi-kun? ¿Akutagawa?

Al parecer Chuuya también se dio cuenta e intervino— ¿Venían juntos o..? Dazai, creí haberte dicho que no trataras a estos dos como lacayos.

Reclamó volteando a verle, con el ceño fruncido, recibiendo una sonrisa pícara como respuesta—solo les pedí unas cositas para ti y tu redonda panza.

—¡Anee-san!—chilló Chuuya, lagrimeando— ¿No estoy gordo, verdad?

Kouyou se adentró al hogar y lo tomó entre brazos, dirigiéndolos al sofá que se encontraba al fondo de la habitación. Miró a Dazai con odio.

—Querido, no estás gordo, simplemente  tu cuerpo está sufriendo ciertos cambios, estás en cinta recuerdalo...—se escuchaba a la distancia, a lo que el par se alejaba, Dazai recibió a ambos chicos que se encontraban enfrente suyo con una gran sonrisa.

—D-Dazai-san, si sigue insultando a Chuuya-san, él jamás va a enamorarse de usted—sugirió Atsushi, apenado por la escena en la que estaba.

—ay querido, Atsushi-kun...¿Cuando me ha interesado que el percherito guste de mí?

Respondió el detective, a lo que el albino no tuvo respuesta más que una evidente confusión .

<<¿No acaba de decir que intenta ser un padre responsable?>>

El tema del amor paternal y familias era ajeno para él, le confundía.

Atsushi apenas había podido dormir la noche anterior, razón por la que no había podido prestarle mucha atencióna la escena. Fue hasta ahora, que se percató de la cara apaleada del mayor. Todo su rostro, cuello(lo que las vendas permitían ver, almenos) y manos se veían heridas, golpeadas. También llevaba sangre en alguna de ellas.

Como si hubiese estado en una pelea...Una en la que no puso ni el más mínimo intento de defenderse.

Atsushi se exaltó y le miró con preocupación— ¿¡Qué le sucedió, Dazai-san!?

El mencionado miro sus extremidades, observando la evidencia de la noche anterior, eso no se lo podía decir al jóven, nunca. Así que únicamente inclinó su cabeza hacia atrás, como si fuese a recordar algo, y levantó sus hombros.

Mmm, ¿Esto?— señaló su rostro—No tengo idea.

—¿Preferiblemente, me podrían explicar por qué estás usando ropa de Akutagawa?—dijo abruptamente señalando al azabache, quien se coloró. Atsushi se rindió, derrotado, miró al sonrojado pelinegro.

—Verá, Dazai-san...— Intentó hablar el mafioso. Pero sus palabras fueron intersectadas por el dedo de su mentor que arribó a sus labios.

—¡Qué atrevido~ Akutagawa-kun!— hizo una cara de sorpresa juguetona—hablando de tales intimidades que hiciste con mi subordinado así tan casual...

Si antes estaba rojo, ahora era peor. Atsushi cubría su rostro de la misma forma.

—Son todos unos adultos, yo no tengo nada que reclamarles— decía sacudiendo sus manos y meciéndose de lado a lado. Su mentor estaba extrañamente animado hoy, y esto les extrañaba.

—Solo recuerden, que si se pasan de mano terminarán así— señaló a Chuuya, quien se encontraba detrás suyo en el sillón abrazando a su mentora.

♡𝚅𝚎𝚛 𝚝𝚞 𝚂𝚘𝚗𝚛𝚒𝚜𝚊♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora