El cabello húmedo por sudor gotea en su piel y los pequeños puntitos bajan por su mano. No le prestaría atención, está lo suficientemene embelesado con las caricias que Chuuya ofrece a su mano.
No siente sus piernas y a pesar de ello, se enrolla alrededor suyo con gentileza. Dazai disfruta verlo así; en su regazo, dándole en la espalda y su cabello brillante más que de costumbre.
Este reposa y su barbilla en el hombro ajeno y le besa en el costado de su cuello. Chuuya de un tiro se aparta por reflejo y lo voltea a ver en un intento de dismular su cosquilleo.
- ¿Qué quieres?
- Quiero decirte que te amo - Responde Dazai sin siquiera dudarlo, luego se estira demás y le besa en la mejilla.
Chuuya se encogió en sí mismo y apartó la mirada, no es de su mayor agrado tener las reacciones de una colegiala por culpa de las hormonas que le hartan.
- Algún día lo dirás de vuelta - declara el menor mientras pone ambas manos en el vientre ajeno - Ellas también.
Chuuya no responde y no es como si mucho (fuera del cambio trascendental que son las gemelas) pasara en sus vidas, causando un silencio continuo entre ellos. Así, Dazai procede a hablar sobre lo último a lo que le prestó atención el día anterior cuando asistió al trabajo - La agencia va a ir a Hiratsuka por el festival de Tanabata, la Port Mafia también ¿Te enteraste?
Chuuya niega con la cabeza y se recuesta sobre el pecho de Dazai.
- Empiezo a creer que ya no pertenezco a la mafia.
- ¿No sería eso espléndido? - Comenta por lo bajo el castaño, sabiendo que no sería bien recibido por el más bajo. Pasan los meses y Chuuya añoraba cada vez más regresar a su organización. Y por más que Dazai le moleste eso, tiene que consolarse si no quiere desatar una discusión sin final.
- Mori-san me dejó muy claro que te necesita. Están pasándola mal sin ti, sólo no pueden mostrarlo. No hay otro como tú, Chuuya.
El pelirrojo levanta una ceja indignado porque tanto él como Dazai saben que él es un clon. Dazai espabila y abre la boca para hablar, pero Chuuya pone un dedo sobre sus labios para callarlo - No lo digas.
Pasan unos instantes viéndose fijamente cuando Osamu se suelta en risas, Chuuya se levanta por el repetido zarandeo y se para frente suyo.
- Cómo sea, si es así, iré de parásito, pero lleguemos un poco más temprano a lo acordado, así pasamos un tiempo a solas tú y yo.
El menor asiente y sigue la señal del otro para alistarse. Chuuya entró a la habitación con Dazai yendo detrás suyo. El último se desplomó en la cama mientras que el otro entraba a ducharse, su mirada quedó fija en la maleta de la que aún no saca todo. Por más que por sus extremos se vomitaran prendas, no había fuerza alguna que lo impulsara a acercarse y vestirse.
Chuuya sale unos minutos luego con el cabello empapado y con nada más que una toalla enrollando su torso.
Es este un detalle que había pillado hace unos días. Chuuya antes se ajustaba la toalla a la cintura, como suele hacerlo quienes no tienen senos que cubrir, pero aquel hábito quedó en la última semana de junio.
- Ne, Chuuya.
- Dime - Canturrea, dándole la espalda por rebuscar en el armario.
- ¿Esperas que vayamos en ropa tradicional?
El girar de sus ojos revelan un afirmativo, aún así, lo expresa verbalmente, Dazai frunce los labios.
- No tengo nada por el estilo, te diría que me prestaras algo si no fuese que eres tan pequeño~
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♡𝚅𝚎𝚛 𝚝𝚞 𝚂𝚘𝚗𝚛𝚒𝚜𝚊♡
FanfictionEn el mejor momento de su relación, ni Edgar o Ranpo lo hubiera anticipado. ¡Esperan un bebé! [Este fic está bajo edición bastante lenta, pero sólo son correcciones de typos y errores de novato. No altera en absoluto la trama] Ranpoe, Soukoku, Shin...