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Yosano fue al bar después de que Dazai partiera, quiere hablar con Kouyou desde que llegó. Su cabeza está agitada, no sabe por qué, pero siente que todo va sospechosamente bien. Excepto una cosa, que quizás sea la razón.

¿Se ha besado con Kouyou?

Sí, muchas veces desde aquella vez la semana pasada.

¿Pero han establecido una relación?
En absoluto, en este momento la pelirroja podría decir que nada más le parece unos labios cálidos sin más y no podría reclamar, ya que más allá del tacto entre ellas no han habido contratos en palabras.

Podría usar esta noche para arreglarlo. Al menos si se lo permitían.

Tomó coraje y se sentó junto a la mujer sigilosamente, pero jamás para que esta no se dé cuenta, ella gira su cabeza y sonríe.

— ¿Qué coincidencia, eh?

La pelirroja suspiró e hizo un mohín — Aparte de tenerte aquí, haber invitado a la agencia no es más que conflicto — pausó y movió engrandecedoramente sus brazos — Yo no sabía de esto, si Mori-san me...

La doctora sacudió su mano de manera que indica que la explicación no es necesaria.

— Tranquila, Kou-kun, ya Ranpo me explicó — añadió, apoyó sus codos sobre la barra y exhala — Lo único que me decepciona es que no haya alcohol.  Necesitaba una buena copa después de todo el trabajo de las últimas semanas.

— No negaré que es demasiado extraño, desde que celebramos el cumpleaños de Chuuya, el alcohol siempre ha sido el protagonista. Esta vez brilla por su ausencia.

Rieron juntas, el barista ofreció una michelada de mango a la pelimorado y esta aceptó a gusto. — Otro día podrá hacerlo, cuando no esté embarazado.

— Aunque no sé como sería teniendo dos recién nacidas que cuidar. Sin embargo, no vendría mal que nosotras cuidemos a las niñas mientras él se relaja ¿No?

La mayor asiente pensativa — Un buen vino mientras toma un baño de burbújas — dijo fantaseando en voz alta — El aroma a rosas... Yosu-kun, algún debemos hacer eso tú y yo, también, hagámoslo juntas.

Yosano levanta las cejas al ser tomada por sorpresa. Pero esto le da un chance.

— Kou-kun, sobre eso...

— ¿Qué tal si vamos al baño un segundo? Quiero chequear mi maquillaje — Yosano frenó en sus palabras ante la clara indirecta y se sonrojó. Cede, jamás querría dañar el ambiente y hablarían de lo que ronda por su mente otro día.

Van juntas hasta el exterior del baño, donde ya nadie les puede ver, Kouyou acerca sus rostros y le besa desesperadamente, siendo así que caminan con los ojos cerrado al baño.

Bueno, creían que era, pues resultar ser que una voz sorprendida les saca del momento.

— ¡¿Anee-san?! — Exclama Chuuya al ver la escena, las mujeres se despegan rápidamente en confusión. Habían entrado al baño de hombres.

Al abrir los ojos, se encuentran a Chuuya quien tiene un aspecto algo desubicado; maquillaje un poco corrido, nariz roja y el cabello alborotado.

— Ehh...Nosotras..Yo..— Kouyou mira a Yosano y pide ayuda con los ojos — Kou-kun me dijo que....

— ¡Aquí estás, Kouyou-kun! — Exclama la voz de otro hombre, Mori, que se acerca desde el pasillo — te he estado buscando por todo el salón, pero aquí estás, y veo que acompañada... ¿Por cierto, qué hacen ustedes dos en el baño de hombres?

Las dos intercambiaron miradas y se sonrojaron, aunque fuera notorio la repentina inconformidad de la pelinegro, el hombre continuó al asomar la cabeza dentro terminando por ver a Chuuya.

♡𝚅𝚎𝚛 𝚝𝚞 𝚂𝚘𝚗𝚛𝚒𝚜𝚊♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora