Extra #2

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El niño se engancha en el cuerpo de su padre enrollando el torso del anterior con sus piernecitas. Con sus manos en movimiento, se mantiene concentrado.

Mechón superior a la izquierda, mientras que el inferior a la derecha... Otra vez, mechón superior a la izquierda, mientras que el inferior a la derecha...

Una pequeña y torpe trenza tiende de las largas hebras del hombre, a quien de tanta practica requerida se le había prohibido cortárselo. El resultado es una rizada cabellera morada que sobrepasa los hombros.

Una mano presiona la espalda del niño como asegurando de que no se caiga y en esa misma posición lo lleva a una sala más pequeña en comparación a la que ya estaban. Ahora sólo hay tres personas a parte de él.

Oto-san, daddy, desconocido de bata blanca...

Él pestañea y esconde su rostro en el espacio entre el cuello y pecho de su padre, cosa que lo fuerza a dejar ir la trenza elaborada hasta la mitad. La misma mano que antes estaba en su espalda le acaricia.

- Disculpa, se pone muy ansioso cuando se trata de personas nuevas.

Es la voz de la persona de la mano, de su padre. Su timbre es sonoro y relajado, debajo suyo solo suena el sonido del avance del reloj.

- Eso veo - Exclama el desconocido - Veo que viste yukata ¿Van a algún evento o algo por el estilo? Aquello no se ve todos los días...

- Le molestan los pantalones. Desde que dejó los pañales lo hemos vestido así. La idea no fue mía, sino de su abuelo.

- Me parece un hombre muy ingenioso y ni lo conozco - El extraño sube la mirada y la fija en el menor

- Ponerle yukata a un niño... Qué inteligente ¿Dime, pequeño, cuántos añitos tienes?

Este dispersa la mirada y se presiona más contra su papá. Aún así, saca una de sus manos y eleva cuatro dedos.

- Entonces, pequeño...

- Me llamo Kichirō. No pequeño - Dice de la nada, su mano extendida se encierra en un puño y el hombre de bata se le queda viendo, tras unos segundos, forma una sutil sonrisa.

- Está bien, Kichirō-kun. Yo soy el doctor Kubo, yo reviso si estás creciendo bien...

El doctor deja de mirarle y gira al padre que no carga al niño, su expresión ahora es seria y profesional - ¿Trajo los resultados?

- Aquí están, Kubo-sensei - Responde y saca de su maletín unos documentos, cada uno lleno de gráficas.

- Cube...- Murmura Kichirō. Con sus manos hace la forma de un cuadrado y su padre observa, sonríe.

- Yes, cube...- Asiente y saca una mano y abre la palma de esta - High five.

Kichirō choca su manita con la de su padre, detrás de esa escena, el doctor baja los documentos después de revisarlos con detenimiento y aclara su garganta.

- Esto es una noticia fuerte... No es nada malo, pero si algo de lo que se debe hacer algo al respecto.

Ranpo aprieta sus puños e intercambia miradas con Poe, él se queda quieto para que Kichirō no se percate del estado de su otro padre.

- Estos estudios dejan muy claro que su hijo tiene trastorno del espectro autista.

Aquella bocada de aire que desconocía que llevaba guardando sale de su boca. Sí, es algo complicado, pero no es mortal, todo está bien.

En aquel tiempo, Poe habría esperado que su esposo ya hubiese dicho algo, excepto que este ahora mira al suelo ausente de pestañeo. El doctor lo mira a él al notar la negación a responder del otro.

♡𝚅𝚎𝚛 𝚝𝚞 𝚂𝚘𝚗𝚛𝚒𝚜𝚊♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora