♡𝚅𝚎𝚛 𝚝𝚞 𝚂𝚘𝚗𝚛𝚒𝚜𝚊♡

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La brisa del siete de julio sacude hasta el impecable porte de Kouyou, quien ahora acomoda su cabello con un fruncido en su ceño.

Yosano se acerca y le abraza antes de darle un beso en la mejilla.

- Hey - susurra - ¿Por qué la mala cara?

Kouyou espabila avergonzada y traga en seco - M-Me despeinó el viento...

Yosano la aprisiona en su agarre y agudiza la mirada. Instantes antes, había notado un aspecto triste en el rostro de Kouyou mientras tenía un papel de deseos en mano. Le parecía suficiente evidencia para creer que su actitud no se debe a simple viento.

- ¿Segura? - Kouyou asiente antes de que termine, eso la delata - Yo creería que es por el deseo que colgaste...

Su rostro se oscurece y sus ojos se apagan.

- ¿Qué sucede, Kou-kun?

Kouyou parece tensarse con el tema, sin embargo, aún le abraza. Busca refugio en sus brazos.

Yosano, con toda la devoción a su novia, le pide qur le cuente qué pasa.

- Es sobre Kyouka-chan...

(...)

- Solo pedí una mecedora... Eso no es un pecado.

Dazai permanece de brazos cruzados y viendo a Chuuya acusatoriamente. Esta mañana llegó un paquete a su puerta y el castaño desde entonces está así. Ni siquiera lo abrió, solo esperó a que despertara Chuuya para pedir explicaciones.

- No hay necesidad de comprar todo esto - Apunta a la única caja, Chuuya rueda los ojos por ello - Apenas tienes siete meses.

- Osamu, ya tengo siete meses. De hecho, a partir de ahora es que en cualquier momento puedo entrar en parto.

Este suspira y acaricia su sien - Esto me parece demasiado tonto, incluso para ti. Solo la pedí porque la vi en internet y me gustó, además, tarde o temprano la usaremos.

Sin más, Chuuya toma la caja en manos y lucha para mantenerla en su agarre por el tamaño y peso. Dazai se percata de esto al instante y va y le ayuda a pesar de refunfuñar.

- ¿Estás enojado?

- Un poco - responde Chuuya, Dazai no puede verle ni él al otro por la caja intermedio.

- Me preocupa cuando te enojas conmigo.

- Si tanto te altera - gruñe - Entonces ayúdame a aliviarme.

- ¿Es eso físicamente posible?

Chuuya para en su trayecto por las escaleras y se cuestiona el por qué no estrellarle una patada en el entrepierna.

Sanidad... Su intento de una relación sana...

Chuuya suspira, pero agradece que la caja no les permita verse entre ellos porque sabe que estará ruborizado por lo siguiente.

- Podrías venir conmigo a comprar cosas para las gemelas...

(...)

- ¿Me llamó, Yosano-sensei?

La mujer da vuelta en su asiento y recibe a la chica con una cálida sonrisa.

- Sí, Kyouka-chan - La mujer la atrae a ella y acaricia su cabeza - ¿Tú sabes que estoy en una relación con tu ex-mentora, no es así?

Ella asiente e inclina su cabeza - ¿Sí, pero qué hay de ello?

- Yo quiero hacerla feliz...y para eso necesito tu ayuda - le apuntó aún sonriente.