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Poe abre la puerta avidriada y por consecuente, las campanillas de esta anuncian su entrada. El barista, en principio, tuvo intenciones de acercarse a atenderle.

Sin embargo, al reconocer aquella cara, se echa para atrás y parte al almacen. De allí, instantes luego, sale una pelirroja emocionada.

- ¡Ed!

- ¿Que más? -Le saluda en su idioma natal, sacudiendo su mano libre - Vine a dejar a Ranpo y pensé en hablar contigo sobre algo...¿Si tu jefe está de acuerdo?

Sus ojos emocionados lo siguen hasta ubicarse en una mesa. Todo el tiempo, Allan ve como la chica se contiene de arrebatarle a Kichirō de las manos.

- Dame un segundo, yo me encargo.

Kichirō es extremadamente quieto, su mirada nunca está fija en una sola cosa, así que sus ojos ruedan de un punto al otro perdidamente, pero no sigue con la mirada a los objetos.

En tal observación, Poe se concentra en él por unos buenos minutos hasta que Lucy regresa. Ella toma asiento y empuja a Poe para que se ruede, su atención fue directo a Kichirō, quien fue tomado en brazos extendidos mientras este le hacía caritas tiernas.

Aún así, el niño no se fijaba en ella, como si no hubiera alguien enfrente suyo. En vez, su mirada está perdida. Lucy hace un puchero.

- ¿Ed, sí has notado esto, verdad?

Edgar asiente y apoya sus codos en la mesa - Aún así, no siento que deba alarmarme por ello, quizás Kibi es algo desenfocado y ya. O sea, apenas cumplió dos meses.

Lucy suspira y estampa un beso en la frente del recién nacido y acaricia sus cachetitos rojizos por la temperatura.

- Aunque no me notes, yo te amo, Kichibuu.

Poe primero sonríe y luego suelta unas carcajadas, su amiga le da un codazo indignada. Pero Poe no para, le hace mucha gracia el apodo -¿Kichibuu?¿Qué rayos significa eso?

Sin embargo, Lucy solo ríe y acaricia a Kichirō aún más, luego voltea a Poe y le mira con ojos curiosos. — ¿Tienes algo para decirme, no? Lo veo en tus ojos.

Poe suspira, pero también recoge todo el aire posible. Él saca las llaves de auto para sacudirlas y entretener a Kichirō por el rato y  le cuenta.

A duras penas pudo terminar de mencionar los detalles cuando la pelirroja se suelta en emoción.

—¡Sin duda alguna!— Sacude la mano de Poe con fuerza y determinación — Me has arreglado la vida, no tienes idea..¡Cuenta conmigo!

Poe sonríe ligeramente con alivio en su pecho. Bien sabía que Lucy iba a estar dispuesta. No obstante, decir y hacer son cosas totalmente distintas.

Siendo así, alcanza a ver a lo lejos al dueño del lugar ya mirando mal a Lucy. Así que le propuso que lo dejaran por hoy. Su mano se dirige a su bolsillo y encuentra sus llaves. Entonces recoge a Kichirō, se levanta y se despide, Karl yendo detrás suyo.

Fue entonces que se le ocurrió caminar con Kichirō por allí y su corazón se alivia en alegría cuando su mascota escala en él y se para en su hombro.

(...)

Ranpo entró con su característico carisma y saludó a todos. Fue directo a su escritorio, aún con ojos sobre él. En un tono lamentable, Atsushi le habla.

— Es una lástima que justo hoy Yosano-sensei estuviera por fue...

Atsushi deja de hablar al ver a Ranpo. Este tenía su rostro estrellado contra su escritorio, durmiendo profundamente. Sorprendente para haber sido cuestión de segundos.

♡𝚅𝚎𝚛 𝚝𝚞 𝚂𝚘𝚗𝚛𝚒𝚜𝚊♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora