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Kouyou quedó perpleja, bajó el teléfono de su oído sintiendo la mirada de Yosano sobre ella. Ya puede escuchar gritos de enojo semejantes a los que Chuuya hace cuando utiliza corrupción.

— Esto es malo...

Yosano quería interrumpir, su expresión de preocupación es grande, pero en su rostro también se nota enojo. Lo que menos quiere hacer ahora mismo, es detonar a una mafiosa que está enojada.

Kouyou inhala y le mira serio, muy al fondo deseando no hacer lo siguiente, pero sus emociones la dominan—¿¡Qué hiciste?!

— ¿¡E-Eh?!

— Verás, esta mañana le pedí a Dazai que comprara desayuno para Chuuya porque yo no podía, él estaba bien — dijo juntando sus manos — Sin embargo, ahora me llama diciendo que no se hará responsable del bebé.

Los ojos de la menor quedaron en blanco y su boca cayó en auge — ¿¡No se hará cargo!?

— Qué coincidencia que haya sido justo después de tu visita ¿No? — Kouyou masculla con una mirada amenazante — Por favor, Yosu-kun, dime qué hiciste.

Yosano puso su mano sobre su pecho —  Enserio, no sé por qué Dazai dice eso, justo antes me dijo como Nakahara es solo suyo con ojitos de adolescente enamorado.

Se notó la sinceridad en sus palabras, por ende se vio como Kouyou se compadece y descartó la idea de que fuera ella la responsable. Más, suspiró y le dio una tarjeta de crédito.

—...Tienes razón, toma esto, paga por las bebidas, si quieres algo más, también págalo con ella — exclamó tomando sus cosas, Yosano mordió su labio inferior — Tengo que ir por Chuuya, perdón por irme así.

Sus pasos eran acelerados, pero en un impulso, la doctora tomó sus cosas y fue tras ella, alcanzándola ya justo antes de que abriera la puerta de la salida.

Si fue justo después de su reunión con Chuuya y Dazai, algo habrá tenido que ver ella. Eso le dice su conciencia para hacer que no permita que Kouyou se vaya sola.

— Voy contigo.

Kouyou le fulmina con la mirada en busca de algunas segundas intenciones,   está entre sus planes descubrir cuales son los verdaderos objetivos de cada persona, pero por alguna razón, en Yosano ve ganas solemnes. Es por eso que no puede detenerla. Simplemente suspiró.

— Está bien, vamos — Afirmó decidida, no pasando desapercibido como la pelirroja toma su mano fuertemente y sonríe.

(...)

Chuuya rodó por el sofá gruñiendo, se hizo bolita una vez sintió que no gastaría sus energías en alguien tan irritante como Dazai.

Más, acarició su vientre con la palma de su mano, toqueteó con su dedo los costados hasta que le pareció no hacerlo más.

Era su conciencia la que le dice que debe levantarse y salir. Este sentimiento de inconformidad hace que tome su sombrero y salga de casa.

(...)

Cuando llegan a la casa de Chuuya, nadie responde a la puerta. El peor escenario vino a su mente.

Por ello, le pidió a Yosano que se hiciera al lado mientras invocaba a Demonio dorado para que corte el candado de la puerta.

— ¿Chuuya? — preguntaron, pero no hubo respuesta alguna, tampoco lo encontraron en algún rincón del lugar.

Yosano sugirió revisar las pertenencias de Dazai en caso de que estas dieran pistas sobre la razón de línea de eventos, pero como ocurrió anteriormente, fue en vano.

♡𝚅𝚎𝚛 𝚝𝚞 𝚂𝚘𝚗𝚛𝚒𝚜𝚊♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora