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Ranpo dejaría a Kouyou, Yosano, Chuuya, Dazai y las bebés en sus casas. Cuando la pelirroja tuvo que bajarse, casi que no logran separarla de Sonoko. No habían pasado más de dos horas y ellas los tenían embobados a todos.

Tan pronto las mujeres se bajaron, Satoko empieza a llorar. Y bueno, Chuuya duró nueve meses viendo películas día y noche, en todas ellas, cuando un bebé llora, basta con mecerlo para calmarlo. Sin embargo, treinta segundos de intento y nada. Es más, la criatura incrementa el volumen de su llanto en ese plazo.

Chuuya voltea a ver a Dazai y el cubre los oídos de la otra, horror en su expresión. Ambos temen que Sonoko llore también porque sabe que ese displicente ruido no lo soportarían en coro. El ruido abate el auto.

Ranpo pone el pie en el freno cuando tiene oportunidad de ahorillarse en la calle.

- Buen intento, Chuuya - Afirma Ranpo, mirándole a través del espejo retrovisor. - ¿Pero cuando tienes hambre te callarías solo porque alguien te menee?

Este levanta las cejas en indignación y su mandíbula forma un auge. No responde.

- ¿Verdad que no? - Ahora mira la hora en el reloj del auto - Sí, con completa seguridad, puedo decir que tiene hambre. Apúrate a darle a tomar a ella antes de que la otra también tenga apetito.

-¿¡Ah?! - Masculla Chuuya, el alcohol en su sistema siendo reflejado en la borrosidad de su hablar.

Dazai entrecierra sus ojos presenciando como el reclamo de Chuuya queda de segunda voz detrás del fuerte llanto de Satoko. Jamas creyó posible llegar a conocer a alguien con mas galillo que Chuuya...

- Tú lo sabes, no te hagas el idiota, de tu pecho.

Su rostro está rojo de vergüenza, ni siquiera se atreve a voltear a mirar a Dazai porque sabe que este le burlaría de alguna forma. Sin embargo, cuando siente agarre ajeno en su muñeca, se ve en la obligación de hacer contacto visual con él.

Joder....

- Por dios, Chuuya, mis oídos no pueden más. Por favor, sólo alimentala para que deje de llorar.

Chuuya espabila y tartamudea en sorpresa. ¿Dazai siendo comprensivo? Nah, borro eso, no era comprensión, pero sí tolerancia. Dazai acepta la nueva naturaleza de Chuuya.

Sí. Le tomará cierto tiempo asemejar aquello...

- Trágame tierra- Deja los labios del pelirrojo luego de que dejara a Satoko en el brazo con el que Dazai no sostiene a Sonoko y se empieza a retirar el suéter.

Si bien sus pectorales habían dejado de ser los mismos hace unos meses, ahora mismo tienen un aspecto consternante si se le pregunta. Hinchados y adoloridos, vierten ligeramente un líquido amarillado.

Los ojos de Chuuya se expanden espantados - ¿¡Oh por dios, eso es-?!

Ranpo gruñe, Dazai cubre su boca escondiendo su rostro entre las bebés, ahora teme que Chuuya piense que su sorpresa es disgusto.

- Se llama calostro, dentro de un par de días se volverá blanco y será leche. ¿Ya? Ahora deja de molestar...

Ranpo presiona el acelerador y retoma la vía sabiendo muy bien que Chuuya y Dazai tardarían un buen tiempo antes de salir de su estupefactidad y que alimentasen a la bebé.

Con estos padres,

Pobres bebitas...

(...)

Cuando Ranpo aparca frente a la agencia armada, sus compañeros están saliendo de las instalaciones. Primero, van los hombres y a lo último las mujeres están todas agrupadas husmeando alrededor de algo.

♡𝚅𝚎𝚛 𝚝𝚞 𝚂𝚘𝚗𝚛𝚒𝚜𝚊♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora