Extra #4

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Están en una ubicación neutral, tal como la última vez. Sobre la mesa se encuentran dos copas de vino esperando a ser bebidas, pero bien no sucederá así porque la reunión no se presta para ello.
La única manera en la que la usarían sería para arrojárselas a su compañero.

Bueno, sólo Mori haría eso. Aunque no le quita la inconformidad a Fukuzawa. Puesto que al fin de cuentas, fue Mori quien lo citó.

Fukuzawa menea la copa de vino en frente suyo y la hace a un lado. El otro empieza a hablar:

— De nada sirve tener en cuenta las razones para el acuerdo, ambos sabemos que es puro humo.

Este tiene en sus manos el documento con los términos de la alianza y prefiere fingir leerlos con tal de no hacer contacto visual.

— Como tal.. Se perdió el causal verdadero no mucho despues de la boda.

Pero oh, tiene que clavar más profundo la cuchilla y escupir veneno por su boca.

—...pero eso no es mi culpa.

Fukuzawa se echa para atrás y apoya sus manos sobre los brazos de la silla, su sien palpita, pero hace lo posible para mantener la calma.

Así es Mori, un experto en puyar en lugares sensibles y aún peor cuando él, Fukuzawa, es el herido. Ahora tiene claro que lo que intenta hacer aquí es desquitarse por la ira dentro suyo.

Porque van los años y Mori aún no lo supera.

Fukuzawa suspira y junta sus palmas.
— Comprendo que fuimos codiciosos, pero como estamos actualmente hay paz y equilibrio.

La mirada de Mori se agudiza y ya no vuelve a fingir leer el documento. En vez, parece haberse determinado en fulminarlo con la mirada. Si los ojos pudiesen apuntar dagas, los ojos violetas de Mori serían los más letales.

Ellos le abaten cada vez con la más grande ímpetu, como mueve sus pestañas genera inquietud en él y más que nada, lo mantiene al borde.

Fukuzawa no sabe como terminó de decir su idea —...No veo razón por la que reformular los términos de esta alianza.

Mori ríe en su cara. Como siempre lo hizo, no le teme a la franqueza ni mucho menos al efecto que esta tiene en las personas.

— Me temo que debo estar en desacuerdo. Si hubiera paz en Yokohama y entre la Agencia Armada y la Port Mafia, yo no tendría motivos para estar aqui contigo. Sería una pérdida de tiempo total.

Eso es una barbárica mentira. Mori jamás habría invocado esta reunión sin motivos ocultos. Él es así. Siempre está atándole para poder atacarlo de cerca. Si sólo Fukuzawa fuera un idiota, hubiera quedado atrapado en las mañas de Mori. Lo irónico de todo es que a pesar de amarlo, él siempre le guardará rencor.

— Si me desprecias tanto ¿Por qué estas aquí?

Mori retrocede.

Sus motivos para la reunión no son egoístas, por primera vez, se convence. Está dolido con muchos. Pasan los años y uno por uno se han apartado de él. Una vez tuvo a Yosano, a Dazai, a Kyouka...

A Fukuzawa.

Mori es malo. Eso lo sabe muy bien, también le enorgullece serlo. No obstante, en su poder y su mandato, vive sólo. Y como tierra en palmas, se le escapa de las manos. No va a permitir que sea lo mismo de nuevo.

Es por eso que le conmueve la pregunta de Fukuzawa. Es cierto, lo desprecia con todo su ser. Pero Mori sí tiene respuesta a ello. No lo puede decir, pero..

Te amo, te amo, siempre…

Y ya está dispuesto a aceptar que no pueden estar juntos. Sin embargo, cada que ve a Fukuzawa siente déjà vu. Como memorias antes de morir, cada toque es un viaje al pasado.

♡𝚅𝚎𝚛 𝚝𝚞 𝚂𝚘𝚗𝚛𝚒𝚜𝚊♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora