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Es un hombre que camina silenciosamente sea la situación, hoy hace lo mismo. Cierra la puerta detrás suyo y se encuentra al azabache sentado sobre el lavamanos.

— Hola, extraño — le saluda enrollando con sus brazos el cuello del albino, respira profundo y sonríe — Me imagino que ya se enteraron.

— Están en ese proceso...— vocifera — Ranpo seguramente les estará diciendo que son tontos por no haberse dado cuenta.

El otro ríe, a la vez jugueteando con el claro y fino cabello ajeno — Tantos años y aún no controlas a ese niño tuyo.

Ambos suspiran. Sus rostros con gran cercanía coinciden — Sé que quieres hacerme algo antes de iniciar la siguiente fase, así que apresúrate antes de que "mi niño" deduzca que hacemos.

El menor no contuvo sus risas, ya descendía cuando bromeó — Entonces manos a la obra.

(...)

— Tú sabías sobre esto — reclamó la pelimorado con voz concisa. Ranpo se encogió de brazos — Pues claro...¿Como no? Soy el mejor...

— Ranpo-san, por favor ahora no. Ahora Kou-kun creerá que le mentí. Y yo en realidad no sabía nada.

La mujer mostraba clara inconformidad por el semblante entre sus cejas. Al quedarse la mesa en silencio por completo, Atsushi cuestiona para todos.

— Celebraremos el día de Shōwa con la Port Mafia ¿Qué hay de malo en eso? Ya hemos estado en festines con ellos.

Kunikida levanta su cabeza y levanta una mano como si fuera a responder en la escuela.

— El día de Shōwa fue un simple pretexto para venir — comenta — No creo que la Port Mafia se junte por este tipo de festivos al ser una entidad criminal. Pero sea cual sea la razón por la que se reunieron, no es el objetivo principal.

Dazai está ubicado a la derecha de Atsushi, estaba reposando su mejilla sobre el mantel y en este momento se enderezó, desvió la mirada como si fuera a tirar una piedra y esconder la mano.

— El cumpleaños de Chuuya — respondió — Ese es el pretexto del lado contrario. La Port Mafia se reúne cinco veces al año; navidad, año nuevo, y para los cumpleaños de los dos ejecutivos y jefe.

Tanto el rubio como el castaño y la pelimorado quedaron viendo a Ranpo.

— Solo Ranpo-san sabe cual es el verdadero fin de esta reunión.

Antes de poder reaccionar siquiera, un grito emocionado sonó por todo el salón. Un grupo de cuatro personas arribó. Detrás de ellos una larga fila de meseros que no tardaron en empezar a ofrecer bebidas.

Del baño salió un Chuuya un poco desorientado, que al captar la vista del causante del ruido comprendió que no era nada malo.

— ¿Oi Tachihara, no has ni llegado y ya estás borracho?

El nombrado hizo un puchero y abrazó al pelirrojo, luego dándole y corto beso en la mejilla. Las copas que se habrá echado han de estar teniendo efecto en su conducta —  Me enteré que no iba a ver alcohol. Es muy inusual, pero de todas formas tuve que ir con este viejo a relajarme desde antes.

Chuuya entrecerró los ojos y miró fijo al mafioso— ¿No hay problema con eso, cierto?

— El único problema es que no me trajiste nada, que traición — Chuuya lo dijo de manera dramática, atrayendo sutilmente al contrario y partiendo en conversación. Se alejaron de Lagarto negro juntos.

Dazai presenció toda la escena, su ceño fruncido no puede hacer falta. Se le complica mucho no reaccionar así siendo que tiene frente a sus ojos al chico sosteniendo a Chuuya por la parte baja de la espalda de este, cabe resaltar que esta está destapada.

♡𝚅𝚎𝚛 𝚝𝚞 𝚂𝚘𝚗𝚛𝚒𝚜𝚊♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora