60

1K 141 100
                                    

La vida le debe unas vacaciones. Hace meses le pisotea como tapete de entrada, y cada vez su presión decae y por poco no se desmaya.

La multitud brinda entre ellos y hay aplausos, gritos alegres, pero ninguno expresa lo que Chuuya quiere decir ahora.

Quiere decir que todo es mentira.

Sus piernas se sienten pesadas, sea por su nuevo peso extra o el momento. Pero sus sentidos se esfuman.

En momentos así de estresantes, él se tomaría una botella de vino él solo.

Sin embargo, se da cuenta que ahora tiene una copa de champaña espumosa en mano...

¿Quién se lo impide?

Levanta la copa y la acerca a sus labios. Ninguno parece haberse dado cuenta ya que todos celebraban.

Habría ingerido más que una gota si no fuera que una mano aparece y tira la copa lejos de su boca, esta cayendo al suelo y rompiéndose.

— ¡¿Qué mierda crees que le haces a nuestro bebé?!

Ni el vaso roto o lo que dice Dazai se puede ignorar. Alguno que otro hace sonidos sorprendido por recién enterarse del estado del ejecutivo, y otros solo observan en silencio figurando como actuar.

El castaño sostenía a Chuuya por los hombros, pero cruzó miradas con Mori y frunció el ceño. Tomó a Chuuya de la mano y lo arrastró hasta la salida.

El pelirrojo actuaba por si solo. Su cerebro ya está ocupado procurando no destrozar un edificio con sus propias manos. Estas últimas tiemblan ante el tacto del agente.

Al pasillo ya había salido corriendo Kouyou, ella suda, escena no habitual.

Fukuzawa y Mori también llegaron, un aura tensa entre todos. Chuuya estudia el piso, no ve salida alguna, así que no tiene forma de escapar, solo recarga su fuerza en la mano que sostiene la de Dazai.

En su caso, parece enojado por su ceño fruncido. Con la llegada de su jefe, les mira de mala forma.

— ¡Mori-san! ¿Era esto de lo que hablaba un rato antes? ¿Ha enloquecido? Usted dijo que jamás le haría daño a su...

— Kouyou — Exclamó agresivamente — Cállate.

Esta retrocedió sorprendida, resopló y acarició su sien — No le estoy haciendo nada malo a Chuuya-kun. Es un mero papel.

Fukuzawa dio un paso adelante y enfatizó su mirada en Dazai — No les estamos forzando más que a firmar el acta y pasar un par de meses hasta que ambas organizaciones vean la devoción.

— ¿Cómo se le...— Intentó hablar, pero una mano helada le tocó el brazo — Anee-san, no.

— Que bueno que participes, Chuuya-kun — comenta Mori — Y si crees que esto es por la promesa de hace tiempo, estás en lo correcto, pero no es solo por eso.

El pelirrojo enarcó una ceja, desde el rabillo de su ojo pilló a Dazai de la misma forma.

— ¿Kouyou-kun, de verdad creíste que no vi las grabaciones de la cámara del calabozo en su momento?

Ambos pelirrojos se tensaron y se miraron. El jefe siguió.

— Chuuya y Dazai tuvieron relaciones desde antes de haber formado la tregua. — A ambos les apuntó con el dedo índice, luego solo a Dazai.

— Dazai-kun, tú bien sabrás que significa eso — dijo algo burlón, pero jamás viendose menos poderoso.

El castaño torció la boca y apretó su tacto con Chuuya.

♡𝚅𝚎𝚛 𝚝𝚞 𝚂𝚘𝚗𝚛𝚒𝚜𝚊♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora