♡𝚅𝚎𝚛 𝚝𝚞 𝚂𝚘𝚗𝚛𝚒𝚜𝚊♡

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La casa de Chuuya suele ser silenciosa incluso cuando él está, para la hora en la que Dazai regresa del trabajo es así. Solo que por primera vez ve a Chuuya en el patio de su casa. El hombre se dedicaba a llevar dentro los equipos de entrenamiento que ocupan el exterior, mientras que con su hombro sostiene su teléfono pegado a su oreja.

Al intentar ir a ayudar, termina escuchando una conversación peculiar.

- Si no me admiten por la última vez, entonces es porque es mejor que no asista más.

La llamada no está en altavoz, por lo que solo escucha la parte de Chuuya, por su expresión, sabe que lo más probable es que lo busquen para hacer algo que no quiere.

- No están muertas, eso es lo único que se necesita saber.

Quizás esto está mal y Dazai debería dejarlo ser. Y lo hace, se fue hacia la sala de estar y ahí permaneció hasta que Chuuya regresó y le saludó.

(...)

Al día siguiente, Dazai examinaba los documentos que recién arrivaban de parte de Ango. La información era más que suficiente y con certeza este hombre era quien Mori buscaba. Sin embargo, su lectura del registro criminal de Satarō Fukiage se vio interrumpida cuando la doctora Yosano entró a la sala principal para recoger su saco.

- Creía que no atiendes pacientes a domicilio - Comenta Dazai, apuntando al bolso de utensilios que la mujer lleva con ella.

Esta sonríe y se encoge de hombros poniéndose la prenda - Todo por la ciencia~

Cualquiera pensaría que el comentario no tiene trascendencia alguna, excepto que la sonrisa natural de Dazai se quiebra, este extiende su brazo y hala a Yosano de la tela de su saco.

- Yosano-sensei - llama - Sea sincera ¿Usted va a ver a Chuuya, no es así?

Kouyou espera en el auto, Chuuya estaba hecho bola en el asiento de atrás.- Me quiero ir a casa.

- Alguien tiene que cersiorarse que están bien, si tú no pones de tu parte tengo que interceder, ya lo hago, mal por ti si aún así necesitas estar ahí para que las examinen.

Un gruñido de parte Chuuya se ve interrumpido cuando Kouyou hace un sonido sorprendida. La voz de Yosano suena en conflicto - Kou-kun, esto podía pasar y lo sabíamos, ya abre por favor.

Chuuya no comprendió aquello, pero no se dedicó a pensar, solo saludó con la mano cuando Yosano se dio la vuelta por detrás al otro lado del carro para entrar.

- Buenos días, Chuuya.

El mencionado movió su mano en gesto de saludo otra vez, pero no fue el último saludo.

- Hola, Chuuya.

Esa voz...

- ¿¡Y tú qué haces aquí?!- Exclama Chuuya, ahora sí desmoronando su bola humana. Dazai, él le miraba con una sonrisa, pero a la vez tenía dolor en sus ojos.

- ¿Sabes?Esto de ser siempre el último en enterarse de todo empieza a ser molesto. Yo soy el padre, no Kouyou-san.

Chuuya tuerce la boca y mira fuera de la ventana - Ni siquiera yo quiero ir ¿Por qué irías tú?

- Lo acabo de decir - dice - Soy el padre y ahora mismo te estoy obligando a ir.

- ¿Podemos ya irnos? - Interrumpe Kouyou desde el asiento de conductor, el reflejo de sus ojos en el espejo - Cinturones puestos.

Ese último llamado no hizo más que  amargar peor a Chuuya. Él cinturón no era la suficiente largo al principio y luego era todo menos cómodo...

(...)