♡𝚅𝚎𝚛 𝚝𝚞 𝚂𝚘𝚗𝚛𝚒𝚜𝚊♡

9

Ranpo recorre los pasillos con facilidad, Poe se encuentra sentado en el sofá de la sala de visitas abrazando sus piernas con Karl en su espalda.

—Frank—Murmura a su oído, a lo que el escritor reacciona un poco.

—¿Antes estabas tatareando una canción suya ¿Es la que usas para calmarte, no?—Ranpo le pregunta, agachado al lado de él. Poe asiente.

Ranpo saca una pequeña grabadora de su bolsillo, coloca algo y  hala a Poe para que se pare.

—¿Dime Edgar, qué significa esta canción para ti?

— Es vergonzoso.

—Oh, vamos. Dime, Eddy— Chilla Ranpo para recibir un suspiro por parte de Poe.

—.Me recuerda a ti— Le devuelve la mirada incorporándose, haciendo que Karl cayera al piso, y trayendo un sonrojo a su rostro al ver la sonrisa que Ranpo tenía.

—Ya lo sabía, sólo quería escucharte decirlo— rio, mientras lo traía hacia él, posicionándose en pose de baile —De hecho, ahorita también les mentí, sí se algo más del inglés.

—¿¡E-eh?!

— I love you significa te amo— Con el ritmo de la canción le hablaba en un inglés muy malo, admiraba lo tierno que se veía el otro tornando más rojo por segundo.

—La canción dice "I love you baby, and if it's quite alright, I need you baby" iba algo así— Al escritor le parecía muy gracioso oírle hablar inglés, pues su acento japonés le causaba hablarlo de forma peculiar.

—Y si no quieres que mi super deducción exponga el resto, habla ya.

Seguía el más bajo, evitando tropezar, pues nunca había hecho algo así.

— Agh, está bien. Me recuerda que estos miedos los combato porque te amo. ¿Feliz?— El hombre le confiesa en últimas y Ranpo asiente.

—Mucho más que eso— Siguieron bailando unos minutos, tiempo que logró que el más alto se relajara. Incluso, olvidó por unos instantes que se encontraba en la agencia, que todos los compañeros de Ranpo estaban al otro lado de la pared y que estaba a punto de tener una charla tensa con el presidente.

—Sabes, eres muy malo en esto— Se burla Poe, dándole una vuelta a su pareja, quien por poco se cae.

—Eso significa que me debes enseñar tú.

Sugiere él, dando fin a su torpe danza ya que la canción llegó a su fin.

— Supongo que ya debemos ir— Poe da la vuelta para llamar a Karl y tomar de la mano al detective para ir a la oficina.

(...)

— Perdón por lo de antes. No era mi intención asustarle — Empieza Fukuzawa sentado en su escritorio.

Poe, quien permanece en la mitad de la habitación, responde algo temeroso —No se preocupe...

—Mira, no te odio— Le explica, cosa que sorprende un poco a Edgar.

—¿N-no?— Pregunta el menor, pero al instante se arrepiente.

—Realmente no, claro que sé las barbaridades que debieron haber tomado lugar para poder engendrar, pero no me disgustas —El presidente emana dagas con los ojos haciendo que el hombre trague en seco.

¿Acaba de decir que no le disgusta? No le agradaba, pero tampoco le detesta.

Una chispa de alegría cruza su cuerpo y se dio a sí mismo un pequeño chócalas.

Fukuzawa se levanta, esta vez sin acercar su mano a la katana en su yukata. Aun así, Edgar se estremece al ver como se acorta la distancia entre ellos.

—Confío en ti para cuidar de mi hijo y nieto, si puedo llamarles así— El presidente le tiende la mano y su aura matadora parece disminuirse. A lo que los ojos del Poe se iluminaron y este le corresponde feliz.

Se sacuden las manos y Fukuzawa, no menos serio que todos los días, se acerca su oreja. De repente, su faceta tétrica había regresado.

—Eso sí, si les haces daño no dudaré en usar la katana.

Edgar jamás les haría daño, ¿pero por qué presiente que este hombre lo observará dormir por el resto de sus días?