♡𝚅𝚎𝚛 𝚝𝚞 𝚂𝚘𝚗𝚛𝚒𝚜𝚊♡

98

Tomó mucho tiempo para que Atsushi se recompusiera después de su revelación. Sin malas intenciones, resultó observando detenidamente a la pareja al lado suyo, particularmente a Poe.

Este último no estaba dormido, pero sí miraba fijo fuera de la ventana. La van se pone en marcha y su aspecto no cambia.

Como Yosano predijo, la última fila es caliente y Poe, por más que fuese el único entre los pasajeros que no viste un kimono, yukata o cualquier tipo de vestimental tradicional, también suda.

Los mechones en su frente se rizaron más que lo habitual y esto expone sus ojos y cejas un poco. En su mirar se ve algo triste, por más que no lo conozca casi y siempre hayan sido reservados, Atsushi se da cuenta.

Pero como todo humano, en momentos como este (la noticia del accidente llegó a la agencia, sin duda alguna) cualquiera estaría temeroso.

Bueno, siendo la gran excepción Ranpo. A diferencia de su prometido, se ve más burlón, más ávido y sobre todo, menos emocional, que era como actuaba antes de retirarse temporalmente.

Sin embargo, Atsushi es lo suficientemente astuto como para por lo menos tener la sospecha que se trata de un mecanismo de defensa. Con esto, lo único concreto que puede concluir y decretar es que...

El amor es complicado.

(...)

- Ranpo-kun, ya llegamos - El mencionado siente los toques en su espalda y empieza a salir de su sueño.

- Hey, despierta

Lo primero con lo que se encuentra es con su pareja, vestido casual como de costumbre y en el asiento junto a la ventana. Bien recuerda como le pidió que fuese así por no querer que le cayera sol.

En el extremo de sus oídos capta las voces distantes de sus compañeros de trabajo que al parecer ya estan fuera del vehículo. Han de haber llegado, solo así, Fukuzawa asoma la cabeza para dentro de la van y le lanza una mirada cuestionante a Poe.

- Fukuzawa-san, ya despertó, ya vamos.

Así, Ranpo cobra consciencia de donde está. Bueno, de a donde iba y por la interacción reciente, identifica que es su ubicación. Hiratsuka, Kanagawa, el siete de julio, con finalidad de ver el festival de Tanabata.

- Ven, te ayudo - Poe toma su mano con delicadeza y a pasos lentos lo lleva afuera. Sin embargo, es muy notorio como entre ese gesto, se dedica a verlo detalladamente. Tal como si sacara fotos con los ojos, Poe lo observaba revelando una sonrisa en sus labios.

Ranpo agradece y se topan con el resto, quienes observan lo bello que está el parque en el que acordaron reunirse.

A lo lejos, se ve un gran árbol de color vibrante bailar con el viento. Y en sus hojas, ya habían los tradicionales deseos colgados.

Siendo así, Ranpo se engancha al brazo ajeno y mira hacia arriba - Vamos al árbol, quiero colgar mi deseo.

Al quedar sin palabras por unos largos periódos de tiempo, Ranpo rueda los ojos y lo hala gestualmente.

- Ven, te explicaré.

Ranpo lo atrajo hasta la instalación, el viejo árbol que aún vive con un grandioso aspecto a pesar de los años está rodeado por muchas personas. A unos pasos de este, hay un puesto con papeles de colores y tinta, Ranpo pide dos de cada uno.

- Esta tradición nace de una leyenda china en la que la princesa Orihime y un pastor llamado Hikoboshi estaban perdidamente enamorados. La princesa lo conoció cuando su padre se lo presentó al ser ella tan sola y añorante de amor. Embelesados en su amor, ambos se olvidaron de sus responsabilidades. Así que el rey, como castigo, les impidió que se volvieran a encontrar. Pero tras súplicas, este cedió y les permitió encontrarse una vez al año en el séptimo día del calendario lunar, con la condición de que trabajen.